miércoles, 30 de abril de 2008

De máquinas y otras yerbas o cómo pasar la aplanadora y sin matar el partido

Ni los más entusiastas de la Nueva Izquierda hubieran podido imaginar el aplastante triunfo de su líder. La verdad sea dicha, no podía ser de otra manera, sobre todo cuando se partía de la falsa premisa de que apoyar a Camilo era respaldar a la Presidenta. Pero bueno, ya es agua pasada.

Seamos positivos y concordemos entonces que el apoyo a la Presidenta es mayoritario, aplastante y que el segundo tiempo tiene a un Partido Socialista cuadrado con el Gobierno.

Resuelto el “dilema central” de los comicios del 27 de abril uno descansa y queda tranquilo. Ahora ya se puede pensar en un tema secundario y casi intrascendente y que, por supuesto, a nadie le quita el sueño: La Constitución de la Mesa del Partido y su Comité Central.

Es en estos días donde nuestros sacrificados dirigentes tendrán que mostrar que actúan en bien del Partido. Una de sus primeras obligaciones es apreciar los resultados de la votación en su justa dimensión, sin olvidar el sistema electoral interno que nos rige y la desigualdad de recursos en la lucha interna; incorporar a la mesa a todos y cada uno de los sectores (y, de paso, dejarnos un espacio a los independientes); trabajar seriamente en el fortalecimiento partidario, y, por último -no creo que sea mucho pedir-, presentar de una vez por todas las resoluciones del XXVIII Congreso.

martes, 29 de abril de 2008

De frambuesas y otras yerbas o cómo el hilo se corta por lo más delgado

Curiosa, por decir lo menos, ha sido la rapidez con que se zanjó la “crisis de las frambuesas”, que sin duda marcará un antes y un después en el accionar de La Moneda en su “batallas por la probidad”. El castigo no podía ser mas ejemplarizador: tras poco más de tres meses en el cargo la subsecretaria de Transporte Elinet Wolff fue “renunciada” fulminantemente, el mismo día que un medio digital publicase que empleaba el automovil oficial para la entrega de frambuesas, productos de la parcela de su familia, a dos cafeterías del centro de Santiago. La verdad es que uno queda atónito por la celeridad del castigo de Palacio. A todas luces desmedido dada la magnitud de la falta, de ser efectiva. Es como para pensar que más de alguno entre los funcionarios del Gobierno, sobre todo aquellos con problemas galopantes de probidad, ya se estan preparando para salir por piernas del país para evitar ir a dar con sus huesos a la cárcel.
Pero no. La demanda de pasajes de avión al exterior no ha aumentando y en las altas esferas reina la tranquilidad. Wolff ha sido simplemente la víctima propiciatoria de la nueva política elegida en los pasillos de La Moneda para intentar acallar con dureza, eso sí, selectiva los escándalos de corrupción y malos manejos que salpican la gestión del Gobierno y los partidos concertacionistas. Los que tendrían que dar la cara y defender a Wolff no lo hacen y mejor que no lo hagan porque ellos mismo afrontan acusaciones de falta de probidad, y no precisamente por frambuesas.
Esperemos entonces que, efectivamente la nueva política de probidad se aplique por igual. Si eso ocurre, el sacrificio de Elinett Wolff no habrá sido en vano.

lunes, 28 de abril de 2008

Cantar la Marsellesa

En pocos días celebraremos un aniversario más de nuestro partido, levantaremos nuestros puños y cantaremos con fuerza: “Socialistas a luchar, resueltos a vencer, fervor, acción…” algunos la cantarán por simple costumbre, otros entonarán tibiamente el himno sin levantar su puño y muchos con nuestro brazo derecho levantado y mano empuñada la cantaremos no sólo con emoción sino que además con nostalgia y con un dolor que a ratos no nos dejará seguir con la música.

Así es camaradas: dolor, pena y rabia de ver en lo que se ha convertido nuestro partido, ni más ni menos que en un par de fundos y unas cuantas parcelas donde sus dueños hablan desde la verdad absoluta del “ser socialista”, donde abunda la soberbia, la veleidad y las palabras grandilocuentes.

¿Adónde fueron a dar la humildad, modestia, el reconocimiento a la sabiduría de nuestro pueblo, el enriquecimiento permanente de su quehacer y todo aquello que es intrínseco a un partido popular o, mejor dicho, de acervo popular?

En el Congreso de Panimávida, en el marco del trabajo de la Comisión Economía y Social me reencontré con ese partido, rico en ideas, diverso, dirigentes partidarios, parlamentarios y autoridades de gobiernos humildes, delegados entusiastas discutiendo los verdaderos problemas del país. Me alegré, me sentí en mi partido una vez más y a más de alguien comenté lo revitalizador del trabajo de nuestra Comisión. Esto sin considerar el trauma que supone, al momento de los respectivos cónclaves, no ser de ningún lote, tendencia, referente o como se le quiera llamar. Lo único simpático de esto último, fue ver desde la terraza como un lote reunido levantaba sus tarjetas rojas: estaban votando o contando sus votos, vaya uno a saber.

Ha pasado un tiempo razonable para la redacción final de las conclusiones del Congreso, pero al parecer no hay apuro. La urgencia está en las próximas elecciones, eso es lo prioritario, lo fundamental, la consigna es: operar, acarrear que el 27 va a llegar.

En lo personal, agradecí a los diversos compañeros que me invitaron a participar en sus listas, hace muchos años razones políticas me hicieron tomar la decisión de abstenerme de ser candidata, pero respeto a aquellos que sinceramente creen en este proceso.

Una vez, como en todos las elecciones anteriores, votaré por aquellos que creen y trabajan por el partido y que naturalmente están presente en todas las listas.

Finalmente, a los coordinadores, jefes, operadores o como se llamen de las listas, por favor no se olviden que la gran mayoría de los militantes de este partido estamos ajenos a sus rencillas y lo único que queremos un partido consecuente, propositivo, democrático y cantar orgullosos y sin dolor la Marsellesa con el puño y la cabeza en alto.