jueves, 7 de agosto de 2008

De leones, nacimientos en medio mundo, tradiciones familiares y otras yerbas.

A lo mejor pasa en todas las familias, sin embargo en la nuestra es muy notorio que la gran mayoría de los nacimientos se han producido en el mes de agosto. En latitudes diferentes pero en agosto, al fin y al cabo.

Hasta donde yo sé, la “tradición” la inauguró mi padre al llegar a este mundo un 23 de agosto en San Bernardo, ciudad que alguna vez limitó al norte con Santiago. Además, se sacó el premiado dando origen a una leonina costumbre familiar. Fue el primer león, es decir, mi padre es Jaime León; mi hermano, Bernardo Léon, y mi hijo, Cristóbal León. En el caso de Jaime y Cristóbal coinciden que son de agosto por lo cual podría pensarse que es una tradición astrológica. Mi hija Marisol nació en Buenos Aires en agosto y es una leona.

Los problemas o dificultades para encontrar el origen de la tradición surgen con mi hermano Bernardo, que siendo León no es de agosto. Ernesto mi sobrino nació en Moscú, adivinen cuando, efectivamente en agosto, pero no es León: por ser ruso se hizo acreedor de patronímico. El es Bernárdovich.

La verdad, como siempre, es más sencilla, no hay ningún misterio y el zodíaco está lejos de ser la causa. La razón, no podía ser otra que la historia y la política. Parece cuento, pero es la pura y santa...

En Osorno, mi ciudad natal, el 18 de abril de 1837 nació Eleuterio Ramírez. Siendo teniente ayudante mayor, defendió la constitucionalidad en las revueltas de 1859. Cuando en 1872 ascendió al grado de teniente coronel fue designado comandante del Segundo de Línea. Tras el estallido de la Guerra del Pacífico y la captura de Calama, el comandante Eleuterio Ramírez fue nombrado Gobernador de la ciudad. No contaré la historia completa, pero al mando del Coronel Luis Arteaga, comenzó una operación militar que terminaría en la Batalla de Tarapacá.

Herido en una mano y, luego, en el pecho, Eleuterio Ramírez combatió hasta la muerte con tal bravura que pasó a la historia como “El León de Tarapacá”.

Para su muerte, Arturo Alessandri Palma, que vivía en las cercanías de Linares, cumplía once años y no imaginaba que llegaría a ser Senador por Tarapacá en 1915. Según algunos historiadores, fue el catalizador del despertar de la clase media y los habitantes del norte lo bautizaron como "El León de Tarapacá”

De extraordinaria personalidad, Arturo Alessandri Palma, fue Presidente de la República entre los años 1920 y 1925 y luego entre 1932 y 1938.

Siendo niños solíamos preguntar por qué lo del León. La respuesta, si mal no recuerdo, era de que se debía a la gran admiración que sentía mi abuelo por Arturo Alessandri Palma. Es muy probable que así fuese.

Sin embargo, a estas alturas me atrevería a decir que finalmente la presencia del los leónes en nuestra familia es por Eleuterio Ramírez. La admiración de un infante a otro, el respeto de un militar constitucionalista de 1930 a uno de 1859.

Otro dato a considerar es que nuestra niñez la pasamos en una casa situada en la calle Eleuterio Ramírez, en Osorno, hasta que los representantes del gobierno de Jorge Alessandri le hicieron la vida insostenible a mi padre luego de su frustrada candidatura a diputado por la provincia. Tuvo que emigrar a Santiago, y con él, todos notrosos.

Bernardo, no sólo es León sino que además es un infante permanente. No sé si serán reminiscencias de su época de cadete de la Escuela Militar, pero llueva, truene, nieve él todo los días camina de su casa a la oficina y viceversa. En total, ocho kilómetros, y cuando digo “llueva, triuene o nieve” no estoy recurriendo a una figura: Bernardo vive en Moscú.

Así, creo que la historia de Eleuterio Ramírez resuelve la incógnita del segundo nombre de los varones de nuestra familia.

Ahora falta la de los nacimientos en agosto, pero creo que develar ese misterio sería una indiscreción muy grande de mi parte, así que lo dejo por ahora a la imaginación de los lectores.
Mis parabienes a todos los nacidos en agosto, en particular a mi querida amiga Maruja Orellana, la Martita Canto, Osvaldo Acosta y por supuesto a Jaime Solari.

Felicitaciones a todas las amazonas que en distintas latitudes fuimos madres de leones.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Te felicito Cecilia por tu creatividad. Gracias por los momentos de lectura,
enseñanzas y entretención.
Sergio Rivera Puentes

Anónimo dijo...

Quizás el que seamos una familia de leones, nos ha permitido, sobreponernos de todo lo que nos ha tocado vivir. Para algunos pueden ser uno que otro obstaculo, pero para nosotros ha sido más que eso, sin entrar en detalles, podemos sacar por conclusión, que está familia se destaca por su motivación y su lucha por mantenernos en pie, con fuerza de continuar sin importar los obstaculos que se nos presenten, por lo mismo me siento orgullosa de ser una Suárez y a la vez llevar conmigo el apellido de mi padre del cual también he aprendido demasidas cosas.

En fin y ya que me apuras solo puedo decir que no somos una típica familia, que no somos numerosa, pero que sí nos amamos incansablemente y tenemos las ganas de mantenernos en pie pese a que mis abuelos no esten, pese a que mi padre no este y pese a que mi madre por dentro no este de lo mejor, pero por fuera tiene la entereza de mantenerse en este mundo, lo que nos permite a nosotros tambièn creer que si ella puede nosotros tb, osea un ejemplo a seguir. Obiamente, que la distancia con mi tio no ha impedido que pese a los kms, todos somos una FAMILIA....


Marisol Muñoz Suárez

Anónimo dijo...

Querida Cecilia
gracias por tu artículo, divertido, entretenido, refrescante.
Mis padres, ambos leo vivos, de 80 y 90, se caen, se lamen, rugen (no gimen) se peinan y se levantan.
Sin creer en los brujos garay, pero talvez los hay, si no ¿cómo nos hacen y calzan los horóscopos?
Aprovecho de contarte, que mi abuelo, Alberto Arcaya Godas, fue secretario privado de don Arturo Alessandri Palma, lo que hoy es un Jefe de Gabinete y contaba que no sólo rugía el Presidente.
Precisamente hoy al pasar por Morandé 80, antes de ver tu blog, pensé en mi abuelo, cuántas veces el entró por ahí... nunca lo había visto así.
Gracias una vez más por hacernos memoria
un abrazo
Laura Naranjo

Anónimo dijo...

si pues bonita!!! tengo un leon en casa, no es exactamente de tarapaca pero de mas aca!!! antogastino el lolo, leoncio como tu , y chanchin en los de los "chine"!!! asi que a celebrar que motivos no nos han de faltar!!!
CHINCHIN!!!
carinos , paty

Anónimo dijo...

Te he comentado en varias ocasiones mi aprehensión personal actual, con respecto a escribir opiniones en estos espacios virtuales. Sin ahondar en el aspecto anterior, si me merece pertinente aclarar que estas "aprehensiones personales" no van en la dirección de deslegitimar o el no encontrar válidos estos espacios, sino que muy por el contrario. Creo que son tremendamente necesarios e inclusive saludables en términos de alimentar el debate, la reflexión, el compartir información, vivencias, etc.

Por otra parte, me permito compartir con tu cada día más robusta tribuna lectora, que cuando ha correspondido, en algunos de tus escritos me he encontrado a veces en forma parcial, y en otras, absolutamente en la trinchera del frente. Y cuando es así te lo manifiesto inmediatamente, ya que te tengo sentada al frente de mi escritorio. Bueno, esto no podía ser de otra manera, si trabajamos juntos.

En fin, hago este gesto de escribir un comentario únicamente por que mi ego ha llegado a alturas insospechadas. He aparecido en un escrito tuyo (jajaja).

Luego del alto impacto de algunas de tus líneas, probablemente al aparecer mi nombre en tu blog, la gente comience a pedirme autógrafos en la calle....

Un abrazo...

Osvaldo Acosta

Anónimo dijo...

Hola:llegué a ti por Laura una amiga tuya.Te deseo asxito en tu blog,no es un camino fácil.El blog al andar ya no es tuyo tiene vida propia y eso cuesta.Es como los hijos cuando crecen.Si te interesa visita el mio.Un abrazo Jorge

Jorge Gajardo Rojas dijo...

Perdona exito se escribe exito de todas maneras igual te deseo exito
Jorge

Anónimo dijo...

que paso con el abaco...