martes, 29 de julio de 2008

De participación, educación, vueltas de carnero y otras yerbas.

Reconozco que siempre ha sido una de mis debilidades: cuando leo el diario y encuentro un artículo interesante, mis dedos se apropian de ese pedazo de papel. Así ha sido hasta el día de hoy (mis manos no se dan por enteradas de la existencia de Internet, al menos en ese aspecto). Lo más curioso de todo es que los recortes van a dar a un cajón, sin orden ni sistema, pero siempre que requiero de uno de ellos lo encuentro como por arte de magia.

No he podido resistir la tentación de compartir con ustedes uno de esos artículos. Se titula De la Participación. He tratado de recuperar los aspectos más relevantes, que en los tiempos que corren pueden ser de gran utilidad:

Creemos que la participación no es sólo deseable, sino que necesaria para lograr un desarrollo humano y sustentable. Las personas necesitamos de los otros para crecer y desarrollarnos, para cuidar nuestro presente y, sobre todo, para hacernos cargo de la responsabilidad de construir un mundo viable para las nuevas generaciones.
Sin embargo, falta entender qué es la participación y desde ahí ampliar las posibilidades de la gente.
Participar es ser parte, sentirse parte y tomar parte de algo; es estar integrado y no marginado.
Participar no es sinónimo de reuniones, de estar siempre juntos en asambleas. Se puede tomar parte de diversas formas, en distintos espacios y con disímiles fines
.”

Más adelante , la autora añade:

Cuando hablamos de hacer participar a la gente tenemos que cuidar básicamente dos aspectos, el primero es la oportunidad y el segundo la motivación. Participamos cuando nos dan la oportunidad, se genera el espacio, existe la forma, se crea el mecanismo. También cuando la invitación a tomar parte nos resulta atractiva, nos motiva. El desafío que tenemos las personas que creemos en la necesidad de la participación es crear mecanismos y acercarnos a los intereses de la gente, para proponerles alternativas que les sean atractivas.”

Finalmente, la columna de opinión publicada por el Mercurio del 1 de Julio de 1996 y obra de la pluma de la Sra. Mónica Jiménez nos entrega una frase para el bronce: “Se necesita además un nuevo liderazgo, con creatividad, capaz de generar estructuras y procesos colaborativos, que quiera hacer participar a la gente y que conquiste su confianza.”

Una clase maestra para aquellos que creemos y estamos convencidos de la necesidad de la participación ciudadana. Más de alguien dirá: pero, bueno, tiene más de doce años el escrito. Es éso precisamente lo que que lo hace magistral; no ha perdido vigencia.

Sin embargo, la autora, la actual Ministra de Educación, quizás debiera releer el texto y difundirlo entre sus asesores, para que finalmente se pueda establecer un diálogo real en torno a la Educación Pública.

Han retornado los jóvenes a clases, vuelven las movilizaciones y por doquier se piden más espacios reales de diálogo.

Me asalta una duda: ¿la autora del artículo cambió de idea en estos años o el nuevo liderazgo, que considera una premisa fundamental para llevar adelante estos procesos, está ausente o simplemente….. otra cosa es con guitarra?

3 comentarios:

Elinett dijo...

Cuando leía el artículo, hacia el final y sin llegar al final, pensé comentar "es que otra cosa es con guitarra".
Pero tambien pense comentar lo siguiente: a propósito de que "otra cosa es con guitarra", en mi desarrollo personal, político, profesional, etc., me he dado cuenta y tengo la covicción a estas alturas, que lo más dificil del caminar por la vida, es ser consecuente, es ser coherente entre lo que uno piensa y lo que uno hace, es incorporar de verdad lo que vamos aprendiendo a la práctica personal, y esto en todo orden y magnitud de la vida. Por ejemplo en la crianza de los hijos: uno dirá a veces que a sus hijos no les va a criar de tal forma... y lo hace justo así... Pero no somos capaces de reconocer a veces que pudimos estar equivocados antes (cuando lo pensamos), o ahora (cuando lo practicamos).
Siguiendo con la reflexión, me he propuesto siempre ser consecuente, reviso por lo tanto de forma permanente el proceder, el comportamiento, y me he ido dando cuenta de lo dificil que es serlo (pero lo he logrado en muchas ocasiones). Por eso se lo dificil que es. Sin embargo, en el plano de lo NO PERSOAL propiamente tal, o sea, en el plano de publico, ahi si que es mucho mas dificil, sobre todo cuando serlo significa nadar copntra la corriente. Pero mi experiencia en lo publico, y mi consecuencia o coherencia entre lo que pienso y lo que hago, es harina de otro costal. Ya tendre tiempo para escribir de ello.

Anónimo dijo...

Ahí está el punto amiga, la guitarra finalmente es un detalle, se puede cantar a capella.
El tema central es la consecuencia y no la obsecuencia,
saludos

Elinett dijo...

No estoy de acuerdo con la medida tomada por el colegio para la niña Música. Las equivocaciones de una chica de su edad tienen que ser disculpadas, sobre todo cuando la sociedad entera si bien no aprueba la acción, simpatiza con la niña, la defiende, la acoge y quisieramos hacerle cariño, quizas para agradecerle que haya tenido la valentia de manifestarse, valentia que POCOS tenemos en Chile para ser francos y abiertos, para decir las cosas como las pensamos, y por ultimo, valentia "para correr el riesgo", cuando creemos que algo no anda bien, o razonamos distinto que otros, etc.

Musica lo hizo sin medir las consecuencias que para ella tendría la acción. Fue libre en su decisión, no sacó cuentas ni tristes ni alegres. Solo fue ella y su destino, y cuando la escuche esos dias, senti que fue ella y su dignidad.
Tengo ganas de decirle gracias, muchas gracias por gritarnos de tan magnanima forma que seamos libres, que seamos....
Tengo ganas de decirle que creo que valió la pena su sacrificio.
Aunque corro el riesgo de equivocarme.