La candidatura de Marco Enríquez Ominami ha sido un aporte trascendental para iniciar un cambio político que ya se había verificado en la sociedad, en su cultura y aspiraciones, pero que no encuentra aún su correlato en el sistema político, sus partidos y el modelo económico. La campaña de ME-O puso temas de alto interés en el debate público que ningún otro dirigente o partido había considerado con tanta persistencia y prioridad .El 20% del electorado que respondió a dicha convocatoria, es una demostración del alto respaldo sus propuestas..
Enfrentados a la elección de segunda vuelta, los socialistas no tenemos dudas ni vacilaciones: la derecha no contará ni con nuestros votos, ni con nuestra complicidad, ni con nuestro silencio. Honraremos la tradición histórica del socialismo como partido de izquierda y defensor de los intereses de los trabajadores manuales e intelectuales, nuestras trayectorias personales y la experiencia vivida en el país en los últimos 50 años. Los socialistas y demás partidos de izquierda, más allá de legítimas diferencias, pusimos todo nuestro esfuerzo en la lucha contra la dictadura cívico militar y en la defensa de los derechos humanos y el respeto a los trabajadores.
Que nadie se equivoque:
Si triunfa la derecha se privatizará el 20% de CODELCO; no habrá Reforma Tributaria ni Reforma Laboral; se consolidará el lucro en la educación; las Inspecciones del Trabajo no estarán al servicio de los trabajadores aumentando especialmente los abusos a temporeras y temporeros; no avanzaremos en los controles ambientales a las multinacionales; se mantendrán las indignantes desigualdades entre la Educación Pública y la Educación Privada; no habrá AFP estatal y las actuales seguirán esquilmando a sus afiliados; no habrá Reforma Constitucional y menos Nueva Constitución Política.
Esto es lo que representa Piñera. Piñera no es el cambio.
Por otra parte lamentamos que la Concertación, aún, no haya sido capaz de escuchar la voz del pueblo en toda su magnitud. El 20% obtenido por Marco, a nuestro juicio, es la expresión de la crítica al sistema político, sus partidos y dirigentes; es el hastío con los operadores políticos y la corrupción en el Estado; es el mensaje de protesta ante la profunda desigualdad social en que vivimos. La derrota de la Concertación en la primera vuelta es precisamente la expresión del rechazo a esa clase política, particularmente a sus cúpulas entronizadas en la administración del estado.
Por esta razón adquiere gran importancia que los dirigentes máximos de los partidos abandonen sus cargos en señal de autocrítica y de respeto al clamor ciudadano. Especialmente aquellos que se opusieron de manera hostil a primarias abiertas y democráticas para elegir el candidato presidencial. Esta sería una señal mayor para la credibilidad de la propuesta que se está construyendo.
Tenemos la convicción que el triunfo del las fuerzas progresistas el 17 de enero sólo será posible si la Concertación construye con las otras fuerzas un gran bloque progresista que redefina el cuadro político en base a un pacto electoral sustentado en 7 puntos programáticos convergentes y le de garantías al país de cumplir con los compromisos..
Los 7 puntos para convencer al electorado son, a nuestro juicio:
1. Priorizar la educación pública de calidad, terminando con la municipalización de la educación, generando recursos estables a los colegios y elevando al doble la subvención de los mismos.
2. Fortalecer la salud pública, rompiendo con la externalización de los servicios que enriquecen a las Isapres y no mejoran los servicios que reciben los menos privilegiados.
3. Fortalecer la inversión pública en la minería, introduciendo un royalty a la extracción de recursos naturales no renovables.
4. Ampliar las libertades individuales y el fortalecimiento de los derechos sociales y laborales, acentuando el carácter laico del Estado. Esto incluye la elección directa de Intendentes y Consejeros Regionales, primarias partidistas a todo cargo de elección popular y cambios en los mecanismos de contratación de personal en las funciones públicas para asegurar una efectiva competencia, entre otras.
5. Concretar la reforma tributaria en los términos propuestos por el programa económico de la campaña de Marco.
6. Modificar la Ley Electoral para hacer que la inscripción en el Registro Electoral sea automática y el voto sea voluntario.
7. Desmilitarización de la Araucanía y pronunciamiento claro sobre la moratoria a la energía nuclear y las hidroeléctricas en la Patagonia.
Si se cumplen estos siete puntos estamos en disposición a integrarnos activamente a la campaña.
Bajo estos fundamentos, los “Socialistas por Marco” en nuestra reciente reunión nacional hemos decidido respaldar la candidatura Presidencial de Eduardo Frei Ruiz-Tagle en la elección del 17 de enero y llamar a aquellos que están considerando votar nulo, a entender que con ellos favorecen el triunfo de la derecha y con ello bloquean las posibilidades de avanzar en las reformas por,las cuales trabajamos en la campaña de Marco Enríquez Ominami.
Coordinadora “Socialistas por Marco”
Diciembre, 2009.
martes, 22 de diciembre de 2009
Hay que escuchar la voz del pueblo.
miércoles, 16 de diciembre de 2009
Con Urgencia Valor y decisión
Los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales han puesto fin a la polémica sobre el futuro de la Concertación. La coalición que gestionó, con grandes éxitos y pero también con errores, la transición a la democracia, se encuentra al borde de la desaparición, víctima de su incapacidad de renovarse y del afán de sus líderes de perpetuarse en las instancias de poder.
Las elecciones del 13 de diciembre marcaron el advenimiento de un nuevo escenario, que exije acciones responsables, audaces e inmediatas para el logro de un amplio consenso de las fuerzas progresistas, a fin impedir que Chile caiga en manos del conservadurismo revanchista, personalizado en Sebastián Piñera.
De ahí, la urgencia extrema de crear un nuevo y amplio referente progresista, que incluya lo que resta de la Concertación, el Partido Comunista y los sectores que respaldan a Marco Enríquez-Ominami,
Pero, para ello, los dirigentes políticos que propiciaron con su inmovilismo la actual situación deben asumir sus responsabilidades y abandonar sus cargos ya, ahora, sin dilación. Se equivocan profundamente aquellos que esgrimen como argumento el “mal menor” como el instrumento para la captación del voto progresista del 27 por ciento de los chilenos que respaldaron a Marco Enríquez-Ominami y a Jorge Arrate para la candidatura de Eduardo Frei.
La suma de voluntades y esfuerzos para que el país avance por la vía del progresismo inclusivo, demanda cambios ahora, pues ya los gestos no bastan. Hay que demostrarle a la ciudadanía con hechos, y no palabras, que su voz ha sido oída y asumir nuevas formas de hacer política, con transparencia y amplitud, relegando al pasado el hermetismo de las elites, más preocupadas de su propia conservación que del proyecto que dicen representar.
El desafío que afrontan hoy los progresistas responsables es conseguir cuanto antes un nuevo consenso, que permita reformular el programa de campaña electoral sobre nuevas bases, con nuevas ideas, nuevas fuerzas y nuevas personas. Tiempo hay, pero muy poco. Lo que falta es valor y decisión.
lunes, 11 de mayo de 2009
De agotamientos, coprolalias y otras yerbas o simplemente ya es hora de tener el pelo libre.
Las tentaciones han sido muchas y no me he resistido a la seducción on-line luego de escuchar La Marcha de la Bronca de los años 70 …”bronca cuando a plena luz del día sacan a pasear su hipocresía… no puedo ver tanta mentira organizada… es mejor tener el pelo libre que la libertad con fijador”. Gracias, Cantilo y Durietz , por sacarme de este letargo y monotonía.
Las declaraciones de Lagos sobre su aburrimiento con la política en Chile me llegaron profundamente, así como las palabras de Flores de que no hay preguntas a la altura de su nivel y las de Escalona acerca de que no existe el cuoteo político –entre otras más-, me confirmaron una vez más la suerte de haber nacido en un país maravilloso que, no obstante pequeño, exhibe políticos tan inteligentes.
Tanta inteligencia a mi alrededor creo que me ha afectado y, a veces, leyendo la prensa o conversando con mis amigos, tengo la impresión de que vivimos en mundos paralelos donde las palabras pueden significar todo como nada. Es una suerte de esquizofrenia, donde lo que ayer fue bueno hoy puede ser malo. Coherencia, disciplina, continuidad, transparencia ¿qué es eso?
La sede partidaria se ha convertido en una medina donde todo se negocia. Sin embargo, olvidaron que el agotamiento no es un bien para transar y que puede crecer en progresión geométrica. Que hasta los más disciplinados también nos podemos cansar.
Así que en este espacio virtual quiero declararme en rebeldía. Me aburrí de la política oficial socialista. Sí, me agotó la ingeniería política de algunos que se han apropiado de nuestro patrimonio histórico, cultural y de cada uno de los espacios de discusión que el Partido Socialista en algún momento tuvo. Me superó la disciplina. Es decir, eso de ir agachando la cabeza o poniendo la cara por decisiones que toman algunos a nombre de todos.
Votaré por un socialista en diciembre. Jorge Arrate pudo haber sido mi candidato, pero en el pasado tuvo oportunidades no despreciables para bajarse por la izquierda y no lo hizo. De modo que votaré por Marco Enriquez-Ominami, porque efectivamente Chile cambió.
jueves, 5 de marzo de 2009
De (des)encuentros, negaciones y otras yerbas o simplemente Cristina Morales
A comienzo de los 80, caminando por las calles de Santiago iba con un compañero muy concentrados en las labores que debían cumplir y cuidando no tener cola, es decir, que no los siguieran. Diez minutos antes se habían encontrado en el punto convenido. Y pasó lo inesperado, aquello que uno cree que nunca le va a pasar. A otros sí, pero por supuesto, a uno no. Más de alguna vez habían escuchado historias de este tipo… pero a quién no le ha pasado que cuando va a hacer un punto se encuentra con… etc… etc… En esa oportunidad, le tocó a ella.
Una joven, cuyos ojos nunca olvidaría por la emoción y alegría que transmitían, se acercó y le dijo: tú eres fulana, con los dos nombres y los dos apellidos, con una seguridad que no dejaba posibilidad de replicar que estaba equivocada. Ella la miró y, no obstante la emoción, reaccionó enseguida. No, me estás confundiendo. La joven insistió y le contó que había tenido una compañera en el colegio y que eran casi iguales, se parecían tanto, que incluso la voz la tenían parecida. A medida que ella le explicaba que su cara era muy común que siempre la confundían, que lo sentía mucho pero que ella no era la persona que creía, la alegría fue desapareciendo de esos ojos.
Siguió su andar. El compañero, que la miraba de reojo para ver el efecto del encuentro, se preguntaba si sería ese su nombre. La siguió observando, pero el rostro de ella era el de siempre; no revelaba huellas de inquietud, nostalgia o desagrado. No hubo preguntas ni comentario anecdótico: las normas mínimas de seguridad lo impedían. En la incertidumbre de si existiría un minuto siguiente de sus vidas, el encuentro quedó ahí… aparentemente en el olvido, sin importancia.
Pero ella nunca pudo olvidar ese des-encuentro, trataba de recordar cuál de sus compañeras de curso sería, esos ojos abiertos y alegres seguían grabados en su mente. Al contrario, siempre que podía contaba la historia y concluía diciendo: tengo que saber quién era, aunque sea lo último que haga. En algunos momentos de su vida llegó a pensar que la única vez que alguien había expresado tal alegría en sus ojos al encontrarla había sido en esa oportunidad.
En la oficina suena el teléfono. Es María Luisa, una ex compañera de curso con la que después de muchos años se habían encontrado en internet. La plática fluye con facilidad, como si solamente ayer la hubiesen interrumpido. En medio de la conversación, María Luisa le cuenta que las compañeras de curso se han empezado a juntar, que estaban aprovechando las tecnologías de redes para ubicar al máximo posible de ellas. Entre las que se ha contactado está la Cristina Morales, dice al pasar.
No atinaba a creerlo: era la respuesta a la pregunta que la acompañó durante años. María Luisa le comenta que Cristina contó que en una oportunidad le pareció encontrarla, pero al parecer era otra persona, aunque hasta el día de hoy está con la duda si era ella o no.
Al fin sabía su nombre… Cristina… Ahora podría darle una explicación. Necesitaba verla y explicarle, hacer de Cristina la depositaria de todas las explicaciones para aquellos que sin querer y sin poder no pudimos saludar ni ver en esos largos años de tinieblas.
martes, 24 de febrero de 2009
De febreros desiertos en Santiago y otras yerbas o simplemente un cuento
Al salir, su mirada se cruzó con la persona que iba entrando en el recinto. Fue cosa de segundos. Él de repente le habló y ella se detuvo y dio media vuelta. Él la miraba intensamente buscando algo en su memoria y de súbito dijo: “Disculpa pero… te conozco”. Ella también hurgó en sus recuerdos y recordó.
Habían pasado treinta y cuatro años. Eran jóvenes unidos por un ideal. Sus nombres eran otros. Cuándo o cómo sucedió ya no recordaba, pero sus bocas se unieron en un profundo beso que traspasó todas las fronteras. Solían encontrarse en diversos lugares, siendo las Colinas de Lenin el predilecto, arrimados a un abedul, sus bocas se encontraban una y otra vez. Toda la pasión y el deseo se manifestaban en esos besos.
Ella era más joven, sin experiencia y el máximo placer que conocía su cuerpo eran sus besos. Seguramente, él así lo entendió y por eso nunca rompió el embrujo. La vida los llevó por diferentes caminos. Nunca supo nada de él ni siquiera cuál era su verdadero nombre.
Sí, claro que nos conocemos, no te había reconocido, dijo ella. Mientras brotaban las palabras, su mente se quedó en las imágenes de esa época juvenil. Quedaron paralizados conversando. Él, diciendo que tenía que ir a terreno; ella, cargando su pesado notebook, pero ninguno hacía amago de terminar la magia del encuentro. Ella lo invitó a su oficina a tomar un café. No obstante lo atrasado que estaba, él no pudo ni quiso negarse y siguieron conversando sin desviar la mirada el uno del otro. Hablaron de sus respectivos trabajos, de los países por donde habían transitado, de los hijos y, como al pasar, él mencionó que se había separado y ella le contó lo mismo a él. El tiempo volaba, la conversación fluía y sus miradas seguían atadas. En cierto momento él volvió a la realidad y dijo: tengo que irme. Sí, repondió ella, tenemos que trabajar.
Durante la jornada ella en varias ocasiones recordó el encuentro de la mañana, pero por sobre todo su mente rebobinó 34 años. Llegó un momento después del cual no pudo concentrarse más y el trabajo dejo de cundir, de modo que decidió irse más temprano de lo habitual y seguir trabajando en su casa.
Cerró la oficina. Caminó lentamente hasta el estacionamiento mientras repasaba los acontecimientos de esa mañana. Iba en eso cuando levantó la vista y nuevamente sus miradas se cruzaron: él salía y ella entraba. Sonrieron. Dos veces en un mismo día después de 34 años era mucho. Supieron que los dos tenían el vehículo en el mismo lugar. Las palabras volvieron a brotar, pero en un momento ella dijo: “Ya me voy. Nos hablamos”. Apurada, como si tuviera algo urgente que hacer, se dirigió hacia el ascensor. No recordaba si le había dado su teléfono, en todo caso él ya sabía donde estaba su oficina.
Quizás él la buscaría o talvez tendrían que pasar muchos años para que volvieran a encontrarse. La primera vez que se vieron ella era demasiado joven; la próxima ambos podrían ser demasiado viejos…
sábado, 7 de febrero de 2009
De paltas, violines, revoluciones y otras yerbas o simplemente de Moscú al Valle del Elqui.
Las paltas no las solté nunca, siempre estuvieron conmigo –al menos si hubiera sido un viaje directo- pero no, fue a través de Ámsterdam, donde los dos días que estuvimos aprovechamos de conocer la casa de Anna Frank, hacer el tradicional viaje en barco y por supuesto “vitrinear”.
Finalmente, llegamos a destino y por supuesto que lo primero que hice fue tratar de ubicar al destinatario de tan valioso cargamento. Debo reconocer que solo mi ingenuidad hizo me dedicara al “contrabando” de paltas, pero por otro lado reconozco que volvería a hacerlo. Surgió una amistad profunda que ha trascendido geografías, bemoles y revoluciones sociales e interiores.
Un día domingo, en plena clandestinidad en los años 80, fui a comprar el diario y de repente mis ojos se detuvieron en un suplemento. Quedé atrapada por su portada: el valle del Elqui de fondo y un joven rubio, de túnica blanca, de pelo muy largo, con sus ojos azules mirando la eternidad. Me interesaban las noticias políticas, sin embargo no lograba concentrarme en ver los titulares de los otros diarios. Seguía pensando en la foto me recordaba tanto a mi amigo Joaquín, pero el Juaco usaba el pelo corto, se vestía formalmente y, por otro lado, yo a él lo hacía a miles de kilómetros de nuestro chilito. La curiosidad pudo más y finalmente compré el diario (una de las pocas veces que he comprado LUN). Llegué al lugar en el que estaba viviendo, ávida por leer el suplemento, pues si no estaba alucinando era mí amigo, el de las paltas, el del violín, el joven socialista de Moscú. Me devoré el artículo, supe de su nueva filosofía de vida y lo más importante: en los próximos días daría un concierto con Roberto Bravo en el Teatro Oriente. En sala, miraba a los asistentes y me sentía distante de ese mundo. Fue un bello concierto, y al término el reencuentro el abrazo profundo de dos amigos que no se han visto durante años. Me tomó la mano y dijo: “Vamos, ahora no te escapas tan fácilmente”. Partí de arroz graneado. Era un encuentro entre amigos después del concierto. Recuerdo que estaban Roberto Bravo, Sonia Viveros, Eduardo Yáñez y mucha más gente, que no conocía. No tengo claro en qué momento me sentí más en corral ajeno: en la reunión o en el concierto.
Bajo un guindo el tiempo se detuvo. Habían pasado muchas cosas desde nuestro último encuentro. Yo, con mi forma de ver la vida tan ortodoxa, inflexible e intolerante con todo aquello que se alejara de mi ideario, buscaba a mi amigo y compañero de tantas jornadas, en mi estupidez no me contuve y pregunté: “¿Qué te pasó?” Sus azules ojos se clavaron en los míos y en un tono pausado y solemne dijo: “Primero, tomé whisky; luego, vodka, y ahora… bebo agua”. Sonrió y su rostro se iluminó.
El 84 luego de largos meses de asilo en la embajada de Costa Rica (será para otra historia) finalmente el régimen anunció que me otorgaba el salvoconducto. Ya se habían ido los asilados de la Nunciatura apostólica y cerca de un mes fui la única asilada en Chile, en tiempos donde además muchos estaban lentamente retornando al país. Horas antes que me sacaran de la embajada, en el lugar donde estaba esperando para salir con destino al nuevo exilio, se abre una puerta e ingresa mi amigo Joakin, con su eterna sonrisa y ese mar de dulzura. Había conseguido con Naciones Unidades que le permitieran verme y me traía de regalo unos chocolates y unos dólares para el viaje. Pero, por sobre todo me traía algo mucho más preciado y duradero en el tiempo: un abrazo fuerte y profundo transmitiéndome toda la energía necesaria para enfrentar esa nueva etapa.
Pasarían muchos años hasta que volviéramos a reencontrarnos. Sería en Chile, en Santiago, en el restaurante El Huerto. Era el primer gobierno de la Concertación. Su vida transcurría entre el Valle del Elquí y Estados Unidos. Era un compositor de renombre internacional. La CEPAL hizo suyo su himno de la paz. Por primera vez, noté un dejo de tristeza en sus ojos. Se lo comenté y para entender su respuesta tuvieron que pasar alrededor de 18 años. Me dijo: “Me siento atrapado, enjaulado, así deben sentirse las aves en cautiverio”. Para mi era el ser más libre que había conocido, el que había roto los convencionalismos y encauzado su arte de acuerdo a su sentir, y no a lo que se esperaba de él. Por eso, me costaba entender esa respuesta y sólo hoy cuando escribo estas notas en una de sus cabañas de Puclaro, en pleno Valle del Elqui lo entiendo.
Su mirada ya no tiene ese dejo de tristeza. Muy por el contrario, se le ve pleno: su tiempo transcurre entre acordes, versos y bemoles que dan paso a hermosas composiciones. Los días sábados a las 20 hrs., con el Puclaro de escenografía natural, comparte generosamente la belleza de sus composiciones, donde se mezclan el violín, la ocarina, el piano, con un público embelesado, que penetra en los secretos del lago y los misterios del cielo estrellado.
Ese es mi amigo Joakin Bello, el más bello de los bellos. ¿Cómo poder contagiarse con un poco de su valentía, osadía y sacar de la mochila todo aquello innecesario, que no nos gusta, que molesta y que, en muchos casos, nos hace sufrir? ¿Cómo mantener la escencia cuando uno debe seguir viviendo entre cemento, luchando contra la rutina y tratando de vivir el día a día?
viernes, 23 de enero de 2009
De planes, imprevistos, descuidos y otras yerbas o simplemente capacidad de cambio.
En Marzo del año pasado decidimos juntar plata, aprovechar las promociones 2 x 1, el dólar a 480 pesos y al más puro estilo europeo planificamos nuestras vacaciones con diez meses de anticipación. El 15 de enero de 2009 viajaríamos finalmente a la Isla, visitaríamos, el museo de la revolución, el Cuartel Moncada, El Museo de la Clandestinidad, la tumba del Che… Ese día, a las cuatro de la mañana, cansados pero felices, con mis dos hijos y nuestros bártulos nos embarcaríamos. En algún momento recordé mis antiguos viajes a Cuba, las largas conversaciones que teníamos con Víctor (el papá de los niños) sobre el futuro de nuestro país, acerca cómo sería Chile en democracia. Habían pasado ya demasiados años.
En un segundo todo cambió. Ocurrió lo inimaginable no obstante lo meticulosa y precavida que soy (obsesiva, al decir de mi amiga Ely) , que hasta botiquín llevaba para el viaje. Hubo algo que nunca revisé, ni siquiera cuando fui al consulado a sacar las visas: la fecha de caducidad de los pasaportes. El día del viaje la única que tenía pasaporte al día era mi hija Marisol. A las seis de la mañana estábamos de vuelta en casa. El único comentario que se oyó fue: no era nuestro momento, por algo será. Así y todo, un par de horas después fuimos al Registro Civil y allí nos enteramos que recibiríamos nuestros nuevos pasaportes sólo después de seis días hábiles.
En el intertanto había que ver qué podíamos hacer con los pasajes y así nos enredamos en una larga historia, en la que las posibilidades de embarcarnos a Cuba se esfumaban con el pasar de las horas. Cundía el desánimo y la frustración Hasta que finalmente a las nueve de la noche en tono firme y energético dije: “Ya, chicos, a bajar las maletas, saquemos lo que no vamos a necesitar y mañana a primera hora partimos… Estamos de vacaciones…” Los dos incrédulos me miraron y empezaron a apremiarme. ¿Adónde vamos a ir?, era la pregunta. Le respondí que al Norte. Pero ¿adónde? ¿en qué? “Ya, vamos moviéndonos, menos lamento y a cargar el auto. Mañana a primera hora nos iremos al norte adonde nos lleve el camino”, dije.
Abrimos la botella de vino que pensábamos tomar en La Habana, hicimos un jocoso repaso de nuestra tragicómica jornada y cuando volvió a plantearse la pregunta sobre el destino del viajar. sin titubear dije: Bahía Inglesa. No tenía la menor idea de dónde quedaba, pero alguna vez a alguien le oí que era un lugar muy hermoso
Resumiendo, de la exuberante naturaleza caribeña que imaginaban los niños pasamos a los misterios del desierto de Atacama. Luego de más de 800 kilómetros de carretera terminamos en un lugar paradisíaco, con los mismos códigos, las mismas fisonomías, las mismas conversaciones que se oyen en los cafés de Santiago. Efectivamente, no era lo que habíamos planificado, pero concluimos que lo más importante era estar juntos, cumpliendo con el objetivo, que era descansar, regalonear, desconectarse y cargar pilas para este nuevo año, que en lo familiar nos plantea muchos desafíos académicos.
Todo lo anterior, ¿Tendrá algo que ver con el acontecer político? Imagino que la concertación tendrá claro que el objetivo para el próximo período, no es ganar las elecciones por mantenerse en el poder. Imagino que la candidatura única en la concertación responde a la convicción de los partidos que la componen que se requieren transformaciones profundas en el modelo económico neoliberal, en el sistema político con una nueva constitución, un Estado de bienestar. Imagino que no será más de lo mismo…y con los mismos.
Parece que he tomado mucho sol y estoy imaginando demasiado…
martes, 13 de enero de 2009
De sueños, muñecas, criterios para los tiempos que vienen y otras yerbas o simplemente en pausa reflexiva.
Pues bien, mi muñeca me habló y me dijo cosas, tantas cosas que ante los futuros acontecimientos, llámese Convención Socialista Presidencial, haré un esfuerzo de transmitirles ordenada y sintéticamente sus inquietudes y consejos. La muñeca me dijo:
¿Leíste bien el instructivo que envió el Secretario General del Partido sobre quienes participan y como se inscriben las pre-candidaturas? Es fundamental que al presentar mi candidatura cumpla con todas las formalidades, no vaya a ser que más de alguien crea que es una tomadura de pelo.
¿Qué pasa con aquellos que fueron delegados electos al Congreso y que hoy no están en los registros? ¿Pueden ellos avalar candidaturas? Algunos delegados a Panimávida que han apoyado mi postulación hoy no están en los padrones. Vuelvo a leer el instructivo y veo que se hace hincapié en su condición de delegados al momento del evento.
¿Qué ocurre con los Alcaldes y Concejales que participaron en el Congreso y luego no fueron reelectos o no fueron candidatos? Imagino que funciona el mismo criterio que para lo anterior.
Me aconsejó: “Más vale que preguntes”. Pero comienzan a asaltarme las dudas sobre las bondades del consejo de la muñeca. Si pregunto y envío una carta formal, lo más probable que ni mis nietos reciban la respuesta. Para que no piensen que hablo por hablar o escribo por escribir: sigo esperando que el Tribunal Supremo me responda una presentación que hice en el año 2006 (sobre los extemporáneos e inoportunos dichos al Mercurio de un dirigente nacional del Partido). Si esto parece de data muy antigua, aporto un ejemplo más reciente: en noviembre pasado envié una carta al Presidente y Secretario General del Partido y... muy bien, gracias.
Ahí la muñeca me dijo: hay que solicitar a la Comisión Defensora Ciudadana que haga extensiva a los partidos político la norma que rige en la administración pública y que establece plazos para responder la correspondencia.
Bueno, pero volviendo a lo central, lo último que me dijo fue: nadie te garantiza la elección. Me sugirió una gira por Centroamérica el Cáribe para buscar apoyos internacionales y sólo al regreso resolver sobre la candidatura.
Por lo cual, queridos amig@s, a todos aquell@s que han apoyado mi candidatura y que se han ofrecido de jefes de campaña, mis agradecimientos profundos.
Para este viaje me llevaré de texto de consulta el Oráculo del Concertacionista y estudiaré profundamente los criterios que se aplican a la contingencia:
Criterio PS: Sube uno, baja uno.
Criterio PPD: sube uno bajan tres.
Criterio DC: todo para mi, si no, no hay acuerdo.
Criterio Perez Yoma: apretar los dientes.
Criterio Lagos: que las instituciones funcionen.
No los defraudaré, haré una pausa reflexiva en esta difícil tarea de ser candidata y a mi regreso informaré al país mi decisión.
miércoles, 7 de enero de 2009
De convenciones, candidaturas y otras yerbas o simplemente Suárez Candidata
La sola realización de las primarias generaba demasiados problemas. Por un lado, es de público conocimiento el patético estado financiero de uno de los partidos de la Concertación, y para acudir a las primarias hay que tener plata y una que otra cosita más, como cohesión interna, descolgados que no hagan ruido. Se precisan también garantías de que ese candidato gane. Es decir, es una ecuación bastante compleja de despejar, aunque estos años la ingeniería política se ha desarrollado hasta tal punto, que sus sacerdotes pueden explicar lo inexplicable, resolver el más enrevesado de los entuertos y todo lo que por el bien de la Concertación y el país sea necesario.
De modo que es evidente que no habrá primarias, sino acuerdo. Frei gana por secretaría. Se dio el escenario que quería Ricardo Lagos para él, pero dilató tanto su decisión que se convirtió efectivamente en el perro del hortelano. Ni él, lo que es la parte buena de la historia, ni Insulza.
Sin embargo, el Partido Socialista, fiel a sus acuerdos de Congreso (todavía espero las conclusiones del 28, pero ése es un detalle), realizará el próximo 17 de enero una Convención Presidencial para elegir nuestro candidato. Hay plazo hasta el mediodía del día 15 para inscribir las candidaturas.
Como bien saben, el requisito para inscribirse es contar con el respaldo de al menos 50 firmas, así es que a firmar, a firmar, que el mundo se va acabar y la Suárez se va a lanzar. Claro que todo esto lo tendré que dejar en manos de un apoderado ya que al momento de la Convención estaré de vacaciones. Por tanto, en este acto público junto con pedir que firmen por Suárez Presidenta, dejo un poder a un hombre que sabrá defenderme hasta el final, que no me transara por ningún distrito, circunscripción, subsecretaría o ministerio. Me refiero al compañero Camilo Escalona.
El poder se lo dejo a él como persona, no como presidente del Partido, ya que -nunca se sabe- después de rendir su cuenta polítca podría aprovechar la presencia de tanto congresal para poner su cargo a la disposición de la asamblea. Y, bueno, no llevaremos canditato presidencial, pero los socialistas tendríamos un nuevo presidente.
sábado, 3 de enero de 2009
De balances, rituales, años nuevos y otras yerbas o simplemente Gracias
Desde ese día hasta muchos años después, cuando llegaban las 12 de la noche me ardían los ojos y solita, sin que nadie la llamara la lluvia, llegaba a mi rostro… seguramente las reminiscencias y nostalgias sureñas.
Con el tiempo y las vicisitudes de la vida he aprendido a agradecer cada año que se va y feliz de recibir uno nuevo. Somos de una generación privilegiada con grandes triunfos y grandes fracasos y tristezas, somos sobrevivientes, testigos de los momentos más intensos que ha vivido nuestro querido país. Criados en el Partidos y creciendo con la Revolución Cubana. Hemos tenido la capacidad de reinventarnos, sobreponernos, reírnos de todo y de todos, sobre todo de nosotros mismos.
El último día de este 2008 en la oficina nos juntamos, disfrutamos de un rico cocktail que habíamos encargado al Brown, donde mi amiga Laura que siempre está pendiente de cada detalle. Hicimos un pequeño balance, mal que mal para una ONG es difícil mantenerse en estos tiempos, pero terminamos contentos con nuestro trabajo y esperando que este sea mejor, que podamos seguir aportando en Participación Ciudadana, Eficiencia Energética, Manejo de residuos sólidos y bueno a todas esas cosas que nos dedicamos y que algunos creen que son tonteras… finalmente los tontos son ellos no me cabe la menor duda.
En la noche nuestro programa era seguro y garantizado. Antes de salir de casa, por supuesto que desearle feliz año a Bernardo en Moscú, el cual a esa hora hacía ratito que estaba viviendo el 2009. Teníamos buen ambiente, excelente música, para que hablar de la comida… La Habana Vieja donde Keryma y Guillermo se preocupan de cada detalle. Con mis hijos y mi tía Gaby nos dispusimos a pasar una excelente noche. Las mujeres radiantes lucíamos nuestras coronas. Lo mejor de todo fue cuando una señora se acerca a la Tía Gaby y le dice: su majestad permítame saludarla, ella lucía como una verdadera reina.
Las doce, los abrazos, los brindis por: nuevo año y los 50 de la revolución. Alzamos nuestras copas y partimos a la calle a Tarapacá con San Francisco a disfrutar de los fuegos artificiales. Y por supuesto la primera llamada del año… como dice la canción “amores que se vuelven resistentes a los daños … Amores que se esperan al invierno y florecen y en las noches del otoño reverdecen”
Y el día primero de enero ocurrió algo impensado que en definitiva hizo que hoy a primera hora me sentará a escribir estas líneas. En el living de mi casa tres Suárez, así es: Gabriela Suárez Bastidas, Alexandra Suárez Aguilar y bueno la Suárez Indart. Las tres diferentes, con formas de ver la vida y vivirla distinta. Pero, ahí entendí el viejo dicho de la sangre tira. Toda la historia de nuestra familia se concentraba en estas tres suaves y delicadas mujeres, las cuales junto con el apellido las une una fortaleza de hierro ante la adversidad.
Finalmente, no sería yo sino hablara de mi otra gran familia: El Partido Socialista. Hice la misma analogía, independientemente de las discrepancias, rencillas, debilidades y fortalezas; tenemos una historia común, la sangre de muchos corre por nuestras venas y que bueno que pensamos distinto, lo que nos ha permitido madurar y, por cierto, tenemos muchos desafíos para este 2009: El último año de nuestra Presidenta, de materialización y concreción del programa; las primarias con nuestro querido José Miguel Insulza de candidato y, por qué no, a Andrade en la Presidencia del Partido….
Gracias 2008…