viernes, 30 de mayo de 2008

De movilizaciones estudiantiles, fútbol y otras yerbas.



En las elecciones parlamentarias de 1973 mi padre fue electo Senador por las provincias de Bío Bio, Malleco y Cautín (será otra historia). A mis 16 años no encontré nada mejor que quedarme en Temuco, estudiando en el Liceo de Niñas Gabriela Mistral y militando en la JS. Había estudiado siempre en las monjas y esa sería mi única experiencia en un establecimiento educacional público.
En esos años se había organizado el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación (SUTE) en el verano del 73 celebraron el I Congreso Nacional de Educación, donde se pronunciaron por unanimidad por reafirmar el rol del Estado en la Educación.
Más de alguien se acordará del proyecto de la ENU, Educación Nacional Unificada, que en el fondo era pensar la escuela como un ente democrático que integrara efectivamente a la comunidad a través de la participación múltiple y representativa, respetando las diferencias socio-culturales y económicas en los niveles regionales y locales, constituyéndose en comunidad de vida y trabajo.
La discusión del proyecto de la ENU llevó a tal punto la pelea en Temuco, que las movilizaciones estudiantiles después de clases a favor del proyecto eran a diario. Los opositores, entre ellos miembros del Comando Rolando Matus, nos esperaban a la salida de nuestros establecimientos y se armaban batallas campales. Pero el 22 de mayo del 73 despejamos las calles de Temuco y los bandos emprendieron la retirada mucho más temprano de lo habitual. Razón: Colo Colo e independiente jugaban el partido de ida de la Final de la Copa Libertadores de América. El 29 de mayo, en el de vuelta, ocurriría lo mismo. El 6 de junio, en el desempate, Independiente se adjudicó la Copa.
Han pasado 35 años de esos enfrentamientos callejeros. Mi fanatismo por el Colo Colo no ha disminuido. Los pingüinos hace dos años removieron el sistema con su lucha contra la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza, LOCE, y estos días los estudiantes nuevamente se movilizan. Ahora es contra el proyecto de Ley General de Educación, LGE. Quieren un verdadero cambio, algo tan simple como educación de calidad; que el Estado vele por mejorar la educación y poner fin al lucro. Como dicen ellos, no quieren más pomadas.
En la jornada de movilizaciones, más de 300 estudiantes detenidos, el único estudiante herido fue mi sobrino Gonzalo; a mi hijo le explotó en los pies una bomba lacrimógena. ¿Qué quieren? Educación pública de calidad. Curiosamente, el Colo Colo también jugaba una final…


The Wall

sábado, 24 de mayo de 2008

Del Gobierno popular, la Napo, y otras yerbas

El 4 de noviembre de 1970 había asumido Salvador Allende como Presidente de la República y a mi padre le cupo el alto honor de formar parte del primer Gabinete como Secretario General de Gobierno. Con sus 39 años era el ministro más joven.
Nuestra vida continuó como siempre en Avda. El Parrón en La Cisterna. Los fines de semana disfrutábamos la compañía de mi hermano, que estaba en la Escuela Militar y repartía su franco entre la casa y su polola Maritza. Mi madre seguía su rutina hogareña y, con profundo desgano, acompañaba a veces al “viejo” a las actividades oficiales. Prefería el calor de su estufa Caluret a las recepciones en las embajadas. Y yo, aunque no lo crean, estudiaba en las monjas.

Llegó el verano del 71 y, una acción inédita, el Presidente Allende decide trasladar la provisionalmente la sede del Gobierno a provincia. La Intendencia de Valparaíso se convirtió en la Moneda porteña. El palacio de Cerro Castillo se abrió los fines de semana para que los niños de sectores populares aprovecharan la piscina. En medio de todo el entusiasmo que generó estas medidas tomadas por el Presidente, nosotros también nos trasladamos a Valparaíso.

Mi padre tenía una gran amiga, escritora, inteligente, una mujer bella, comprometida con las causas populares. Su casa de Reñaca era escenario de gratas tertulias. Teresa Hamel, Teruca, con esa solidaridad que no la abandonaría nunca http://www.teresahamel.cl, le ofreció generosamente su casa, y bueno partimos para allá. El día que llegamos la verdad que con la vieja no salíamos de nuestro asombro: habíamos dejado nuestra casita de madera de Parrón para instalarnos dos meses en una hermosa casa de grandes ventanales con vista al mar. Desde allí se veía la burrita del Tospsi (algo así como la Kamasu de los 70).

En eso mi madre salió y se dirigió a un mirador para disfrutar de la imponente vista de nuestro mar. Tenía las manos tras la espalda y la vista perdida en el horizonte. Con mi padre nos miramos y observamos durante varios minutos su porte, su forma de pararse ante la vida con su humanidad de un metro cincuenta de estatura y cuarenta cinco kilogramos. “Es ver a Napoleón mirando en dirección a su querida Francia desde la isla de Elba”, comentó mi padre.

Así fue como la Lilia, la Lily, quedó como la Napo.

Quizás fue el traslado del Gobierno a Valparaíso, la hospitalidad de la Teruca, la expresión de mi madre, la salida ingeniosa de Jaime, ¿quién sabe? Pero de lo que estoy casi segura es de que igual hubiera llegado a ser la Napo (solo que la historia sería distinta) .

Para todos aquellos que la conocieron seguirá por siempre siendo la Napo. Su ejemplo, entereza y gran amor fue la herencia más preciada que nos dejó un día martes, el 25 de mayo hace hoy 15 años

PIENSA EN MI, LUZ CASAL

lunes, 19 de mayo de 2008

Del perfil, las historias, el mundo y otras yerbas



Nací en Osorno hace tantos años que ya ni me acuerdo. Si recuerdo perfectamente que mientras a mi madre la sometían a su segunda cesárea, mi padre no encontró nada mejor que presidir en la sala de espera del Hospital su habitual reunión del Comité Regional del Partido Socialista. Es decir, nací socialista, y no es chiste.
En 4 de septiembre del 64 cuando ya sabíamos que Salvador Allende no había ganado, con mirada profunda y tono categórico le dije a mi padre: no te preocupes cuando sea grande votaré por Allende. Nunca pude hacerlo, para el 70 no tenía la edad suficiente para hacerlo y finalmente la primera vez que lo hice fue en esas consultas que organizaba la dictadura (pero esa es otra historia)
Sin embargo, siempre que me encontraba con el Dr Allende en el local del partido en San Martín,- de la mano de mi padre- yo lo saludaba de igual forma: ¿cómo esta el futuro presidente de chile?
Nuestra vida apacible en Osorno –la verdad que ni tanto terremoto de por medio- se vio bruscamente interrumpida por la excomunión de mi padre y en realidad lo más importante no le daban pega en ninguna parte, así que emigramos a la capital.
El paradero 24 de la gran avenida en la cisterna nos acogió, luego sería el 21 y medio y finamente el 21, avenida el parrón todo esto en el transcurso de 10 años. Carlos Lazo siempre molestaba a mi viejo y le decía que con suerte en unos 30 años más llegaría por el 10 de gran avenida. Y lo que pareció siempre una broma de los camaradas de partido terminó siendo cierto. Luego de muchos años de exilio llegamos al 8 y medio de la Gran Avenida, esta vez ya no a la Cisterna sino San Miguel.
El golpe nos encontró en distintos lugares -a mis padres y hermano en Santiago y mí en Temuco (esa será otra historia)- y nos llevó por distintos rincones del mundo y en mi caso particular, de cada lugar fui incorporando costumbres, modismos, comidas, historia: en Lima, los valses, el ceviche y, sobre todo la otra historia de la Guerra del Pacífico, con la entrada a caballo de los militares chilenos en el Palacio Pizarro.
De camino a Moscú hicimos escala en Ámsterdam. Recuerdo que con mucho esfuerzo (la plata era un bien más que escaso) mi padre nos invitó a un tour por barco y nos mostró entre otras cosas, la casa de Ana Frank, la cual permanecería por siempre en nuestras retinas con nosotros.
Llegamos a Moscú en marzo de año 1974 invitados por el Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, el PCUS. Era una ciudad de grandes espacios, con avenidas que parecían pistas de aterrizaje. Nos instalaron en un departamento en uno de los siete edificios como tortas de novios que mandó construir Stalin y que simbolizaban en parte su poderío: imponentes, coronados con una estrella roja.
¿Por qué escribo todo esto? Alguien me dijo: amiga, te falta poner tu perfil en el blog. De modo que finalmente terminé escribiendo estas líneas como parte de una historia con muchas historias.

miércoles, 14 de mayo de 2008

De la nostalgia, del día de la victoria y otras yerbas


Hace días ronda por mi cabeza el 9 de mayo. Ese día en una encuesta flash a diferentes personas constaté que no vinculaban la fecha con ningún acontecimiento en particular, salvo aquellos que habíamos vivido en la Unión Soviética. Entonces tenía dos opciones guardar mis nostalgias o compartirlas. Y bueno está claro con cual me quedé.
Más de alguien podría preguntarse ¿y? ¿Qué tiene de particular? A mi memoria vuelven esos 9 de Mayo en Moscú cuando un pueblo entusiasta y orgulloso recordaba con grandes celebraciones el histórico 9 de mayo de 1945 cuando los soviéticos sellaron en Berlín la victoria sobre los fascistas. Vuelven a mi retina los hombres y mujeres que se reencontraban en la plaza Roja y que en sus pechos henchidos de emoción lucían sus condecoraciones.
Hace años no voy por Moscú y me pregunto si funcionó la correa transmisora de la historia y si los jóvenes de hoy se emocionaron tanto como lo hicimos ayer
Cantábamos en ruso:
Día de la victoria
Que lejos estaba de nosotros, como una brasa escondida en la fogata apagada.
Recorrimos millas, quemado y polvorientos, hicimos lo que pudimos por apresurar este día.
Este día de la Victoria con su fuerte olor a pólvora.
Este día festivo con canas en nuestras sienes
Esta alegría con lágrimas en nuestros ojos,
¡Día de la Victoria!
¡Día de la Victoria!

Disfrútala en ruso

Den Pobedy

lunes, 5 de mayo de 2008

De viáticos y otras yerbas o el periodismo entendido como licencia para manipular

No acababa de desvanecerse el aroma de las frambuesas del mostrador, cuando un diario digital, que por cierto tiene ese mismo nombre, vuelve a la carga con “revelaciones” que apuntan contra la ya ex subsecretaria de Transporte Elinett Wolff. Por lo visto, el autor de la nota se ha creído el cuento de que ha sido la potencia de su pluma la que apenas en unas hora hizo caer a una viceministra y se apresura a explotar la veta, denunciando el cobro de un viático de veintisiete mil y pocos pesos, por lo demás, absolutamente legal, al igual que el uso del vehículo fiscal que intenta presentar como un ilícito, cuando no lo es.
El documento está firmado por el ministro de Transportes, afirma el periodista, que al parecer no está en conocimiento de que los viáticos son autorizados por el jefe inmediato, en este caso el titular de la Cartera, y que busca sugerir que René Cortazar pudiera estar implicado en situaciones de dudosa probidad.
La pequeñez de los hechos llevados a la portada de un medio digital es el espejo de nuestra pequeñez país. “Frambuesagate”, vaya, vaya... Por favor, ¡qué pretensiones! Compararse con Carl Bernstein y Bob Woodward, los que sacaron a la luz pública la vinculación de la Casa Blanca con las escuchas telefónicas ilegales en la sede del comité electoral de los demócratas que provocó la caída de Richard Nixon. Un detalle más, y no es baladí: según algunos autores, Bernstein, fue agente de la CIA. Da para pensar, ¿no?

viernes, 2 de mayo de 2008

De espacios de opinión y otras yerbas o el blog como instrumento de intercambio

En el último tiempo con mucho pudor me he permitido compartir con ustedes algunas pequeñas reflexiones y debo reconocer que me ha sorprendido sobremanera la recepción que han tenido. Aunque no debiera sorprenderme tanto, porque esa acogida es una constatación más de que son escasos los espacios de encuentro, expresión, discusión y análisis. Cuántos de nosotros hemos trabajado con el único interés de que se consideren nuestras ideas y propuestas, pero no hay a quién exponerlas. Curiosamente los que deciden siempre están muy ocupados –no precisamente con temas país de largo plazo- más bien en la coyuntura: el blindaje de tal o cual personaje; el nombramiento de algún cercano en alguna repartición pública, etc. Generemos entonces nuestros propios espacios de opinión, ¿por qué no?

Hay que modernizarse, emplear los instrumentos de la época y ¿qué mejor que un blog? Se trata de compartir -sin pretensiones intelectuales, teóricas ni de ningún tipo- reflexiones, enfoques y comentarios en un espacio en el que podemos interactuar y enriquecernos mutuamente.

A medida que aprenda este blog irá mejorando. Por ahora les presento mi primera aproximación, donde he incluido las últimas reflexiones. Me permití subir los comentarios recibidos. Si el tuyo no está es porque se me pasó o lo censuré...

Te invito a visitar el blog de la Suárez
http://suarezindart.blogspot.com/