Se cumplieron 25 años de la fundación del Movimiento Democrático Popular, MDP, referente político nacional que agrupó al PC, al MIR, al PS Almeyda, al PS 24 Congreso y sectores del MOC y del Mapu. El MDP emergía junto con las organizaciones democráticas independientes como una alternativa nueva, diferente, con una importante capacidad de conducción. La rebeldía de septiembre sería creciente.
Un grupo de jóvenes invitó a reencontrarnos, a revivir esos momentos, el día 29 de agosto. La convocatoria entre otras cosas decía: “Alegres, rebeldes y con todos los sueños a cuestas, nosotros, los jóvenes de entonces, fuimos capaces de organizarnos para enfrentar a una de las dictaduras más sangrientas del continente.
En ese esfuerzo entregamos lo mejor. Postergamos proyectos personales, académicos y laborales. Superamos sectarismos y diferencias, y nos hermanamos en el esfuerzo de construir una sociedad justa, libre, democrática e igualitaria.
Es cierto, el Chile de hoy no es el que soñamos construir, pero la recuperación de la democracia no habría sido posible sin nuestro esfuerzo.”
Hasta el día anterior, yo había confirmado mi participación. Inevitablemente retrocedía 25 años y aparecía en mi retina: el tata Maroto, sus huesos enchapados en carne. con su eterno maletín para hacer contacto con la tierra; las tensas reuniones del Secretariado Ejecutivo; la organización de la Primera Asamblea Nacional del MDP; la emoción de nuestros corazones henchidos cuando cantamos el Himno Nacional.
Sí, todo eso fue hasta el mediodía del evento. Del viejo mundo, de mi oficina ubicada en París con Londres, crucé el Atlántico del la Alameda y llegué al nuevo mundo a través de la calle Nueva York. Iba a almorzar a mi lugar favorito del centro -el Restaurante Brown, en Almirante Gotuzzo- vería a mi amiga Laura Naranjo, a Vicky Gutiérrez y celebraríamos el cumpleaños de una querida amiga y gran representante del humanismo cristiano, Martita Canto.
Estaba feliz ante la perspectiva de esa reunión, que como siempre nos permitiría intercambiar opiniones sobre esas cosas típicas de mujeres: la participación ciudadana, la corrección del modelo, el deseo de muchos de vivir como el primer mundo pagando impuestos haitianos y, naturalmente, el gobierno ciudadano.
Iba cual caperucita roja a visitar a la abuelita (sólo me faltaba ir cantando, con lo desafinada que soy, ¡dios os guarde!) cuando de repente la realidad, brutal, me golpeó.La Plaza de la Constitución estaba cerrada con vallas papales para los peatones, pero curiosamente los vehículos podían transitar por la calle Moneda, como siempre, de oriente a poniente. Le pregunté a un señor carabinero: “¿Si me subo a un auto puedo pasar?”. Me miró y respondió categórico: “Sí, señora”. Esa última palabra hizo que la procolalia no brotara de mis labios. Por suerte, mi recorrido no tenía contemplada la Plaza Ciudadana, que siempre esta vedada. Llego al encuentro con mis amigas y en lugar del “feliz cumpleaños” lo único que se ocurre decir es: menos mal que es un gobierno ciudadano.
A medida que transcurre el almuerzo vamos pasando de un tema a otro: el interesante encuentro que tuvimos con José Miguel Insulza, los potenciales candidatos presidenciales y qué pasará con las municipales. Nuestras risas invaden el Brown, ironías van y vienen respecto a la fronda aristocrática y de cómo llegaremos al bicentenario. De súbito, recuerdo la proliferación de separadores metálicos de personas en el centro de la ciudad y concluyo medio en broma que la visita del Papa el año 87 hizo un aporte “fundamental” para la futura democracia y expresión ciudadana: las vallas papales.
Regreso a mi oficina decidida a asistir a la celebración de los 25 años del MDP. No es precisamente lo que soñamos construir, pero tenemos un Estado democrático, donde como dice alguien “las instituciones funcionan”. De modo que a trabajar se ha dicho, somos una organización no gubernamental y, cosa curiosa, este año ganamos una licitación en el Sistema Chile Compras. Nuestra secretaria ejecutiva, la ingeniero Nury Vázquez, se comunica por teléfono con su contraparte técnica. Por lo que oigo de la conversación, ni en sus sueños más audaces Kafka podría haber ideado un diálogo de tales niveles de absurdo.
Me viene a la memoria el rasgo quizás más relevante de los funcionarios de la dictadura: el desprecio. Y ahora, en democracia, la insensibilidad del burócrata facilita el riesgo de transformarse en una motivación para el desprestigio del sistema.
Finalmente… parece que no era mi día. De la oficina decidí partir a casa y a pensar cómo llamar la atención sobre cuestiones tan elementales como que la Plaza Ciudadana sea lo que su nombre dice, para poder ver allí jóvenes sentados, leyendo, pololeando o simplemente... soñando.
Un grupo de jóvenes invitó a reencontrarnos, a revivir esos momentos, el día 29 de agosto. La convocatoria entre otras cosas decía: “Alegres, rebeldes y con todos los sueños a cuestas, nosotros, los jóvenes de entonces, fuimos capaces de organizarnos para enfrentar a una de las dictaduras más sangrientas del continente.
En ese esfuerzo entregamos lo mejor. Postergamos proyectos personales, académicos y laborales. Superamos sectarismos y diferencias, y nos hermanamos en el esfuerzo de construir una sociedad justa, libre, democrática e igualitaria.
Es cierto, el Chile de hoy no es el que soñamos construir, pero la recuperación de la democracia no habría sido posible sin nuestro esfuerzo.”
Hasta el día anterior, yo había confirmado mi participación. Inevitablemente retrocedía 25 años y aparecía en mi retina: el tata Maroto, sus huesos enchapados en carne. con su eterno maletín para hacer contacto con la tierra; las tensas reuniones del Secretariado Ejecutivo; la organización de la Primera Asamblea Nacional del MDP; la emoción de nuestros corazones henchidos cuando cantamos el Himno Nacional.
Sí, todo eso fue hasta el mediodía del evento. Del viejo mundo, de mi oficina ubicada en París con Londres, crucé el Atlántico del la Alameda y llegué al nuevo mundo a través de la calle Nueva York. Iba a almorzar a mi lugar favorito del centro -el Restaurante Brown, en Almirante Gotuzzo- vería a mi amiga Laura Naranjo, a Vicky Gutiérrez y celebraríamos el cumpleaños de una querida amiga y gran representante del humanismo cristiano, Martita Canto.
Estaba feliz ante la perspectiva de esa reunión, que como siempre nos permitiría intercambiar opiniones sobre esas cosas típicas de mujeres: la participación ciudadana, la corrección del modelo, el deseo de muchos de vivir como el primer mundo pagando impuestos haitianos y, naturalmente, el gobierno ciudadano.
Iba cual caperucita roja a visitar a la abuelita (sólo me faltaba ir cantando, con lo desafinada que soy, ¡dios os guarde!) cuando de repente la realidad, brutal, me golpeó.La Plaza de la Constitución estaba cerrada con vallas papales para los peatones, pero curiosamente los vehículos podían transitar por la calle Moneda, como siempre, de oriente a poniente. Le pregunté a un señor carabinero: “¿Si me subo a un auto puedo pasar?”. Me miró y respondió categórico: “Sí, señora”. Esa última palabra hizo que la procolalia no brotara de mis labios. Por suerte, mi recorrido no tenía contemplada la Plaza Ciudadana, que siempre esta vedada. Llego al encuentro con mis amigas y en lugar del “feliz cumpleaños” lo único que se ocurre decir es: menos mal que es un gobierno ciudadano.
A medida que transcurre el almuerzo vamos pasando de un tema a otro: el interesante encuentro que tuvimos con José Miguel Insulza, los potenciales candidatos presidenciales y qué pasará con las municipales. Nuestras risas invaden el Brown, ironías van y vienen respecto a la fronda aristocrática y de cómo llegaremos al bicentenario. De súbito, recuerdo la proliferación de separadores metálicos de personas en el centro de la ciudad y concluyo medio en broma que la visita del Papa el año 87 hizo un aporte “fundamental” para la futura democracia y expresión ciudadana: las vallas papales.
Regreso a mi oficina decidida a asistir a la celebración de los 25 años del MDP. No es precisamente lo que soñamos construir, pero tenemos un Estado democrático, donde como dice alguien “las instituciones funcionan”. De modo que a trabajar se ha dicho, somos una organización no gubernamental y, cosa curiosa, este año ganamos una licitación en el Sistema Chile Compras. Nuestra secretaria ejecutiva, la ingeniero Nury Vázquez, se comunica por teléfono con su contraparte técnica. Por lo que oigo de la conversación, ni en sus sueños más audaces Kafka podría haber ideado un diálogo de tales niveles de absurdo.
Me viene a la memoria el rasgo quizás más relevante de los funcionarios de la dictadura: el desprecio. Y ahora, en democracia, la insensibilidad del burócrata facilita el riesgo de transformarse en una motivación para el desprestigio del sistema.
Finalmente… parece que no era mi día. De la oficina decidí partir a casa y a pensar cómo llamar la atención sobre cuestiones tan elementales como que la Plaza Ciudadana sea lo que su nombre dice, para poder ver allí jóvenes sentados, leyendo, pololeando o simplemente... soñando.
10 comentarios:
Deberías haber ido…no te quedes en el pasado nena…la vida sigue y todo cambia, cambia, nosotros también…..harto flaca estabas en esa época ….Cdo fue tu cumpleaños o todavía no es…¿que paso con la mina rica del baile árabe? ¿N0 ma’ ? ¿se fue, se perdió?...cuídate, acuérdate que soldado que sobrevive, sirve para la próxima batalla…¿formamos un frente nuevo? …SL
Chispita, muy bueno tu artículo
una vez mas querida, me entretengo, aprendo y solidarizo.
Así es pues niña, ni idea porque el papa nos heredó las vallas que nos impiden acercarnos a esa vereda y otros muchos otros espacios.
En fin, mientras no lleguen a "las alamedas...." ...
De las risas, comentaron unos cuantos sobre la alegría de mesa cumpleañera
Consulta... ¿Cuando asume el Chino Correa la presidencia del MDP?... Imagino que el estaba en la formacion del movimiento?
Por supuesto que Germán Correa estaba en la fundación y exactamente cuando asume la presidencia no recuerdo, ya que la repre nos sacó a algunos de escena. Pero trataré de rearmar la historia en otra de mis columnas, te parece?
Ceci: gracias por la foto "que habla sola".
Atte., Gustavo Zepeda Camilliere.
Alguien me dijo que el PS-CNR también fue parte del MDP.
Parece que la historia nunca deja de estar trunca
Así es, siempre faltan partes de la historia, porque dependen del momento en que se hable. el PS 24 y el PS CNR hicimos un gran trabajo unitario que terminó en el PSU, Partido Socialista Unitario.
Luego vino la unidad del PSU con el PS almeyda y un día de estos me pondré a escribir sobre esas historias, de divisiones y unidades.
Saludos, que pena que no dejes tu nombre.
Querida compañera.
Tu pluma, más que anecdotario, nos recrea con sano juicio las miles de escenas vividas, algunas tristes otras amargas,las más queridas; ricas en sentimientos y dedicación.
Bien sería asimilado, si te dieras un momento para relatar, con este tan personal estilo,los entremeses que se dieron entre el MDPy el PS Almeyda.También agrego, nos cuentes como fue vivido y asumido por Jaime Suarez,su participación siendo Ministro del Interior de Allende.
Un abrazo.
César Canales
Regional Coquimbo
Qué lástima que tantos valiosos compañeros socialistas terminaron apoyando a la continuidad de la dictadura, que pena, qué desperdicio!
Y algunos siguen creyendo en esta concertación decandente y vendida. ¿De cuantas empresas es director el señor Insulza? YO no les creo ni un pichintún, menos a ese ex-ministro del interior que ha sido aval y represor de nuevas generaciones de luchadores sociales. Uds. socialistas pro gobierno, autoflaglantes son tan extraños como impotentes, critican pero siguen allí, apoyando al enemigo, que son los procapitalistas, como Insulza. ¿Donde quedó el significado real de la palabra "socialismo"?
Un rodriguista [que llegó de la mano de Maroto hasta este blog]
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