miércoles, 24 de diciembre de 2008

Sí, talvez, ahí vemos, no y otras yerbas o Simplemente siga participando

Talvez esta sea la última nota del año: quedan tan pocos días para que acabe 2008. Pero ya estamos curados de espanto. No se necesita mucho tiempo para que sucedan grandes cosas y, claro, para que todo siga igual. Por lo cual puede y no puede ser la última. Por otro lado, el talvez sirve para todo, y muchos lo emplean como la respuesta “políticamente correcta” más recurrida.

Conversando con un amigo, le contaba lo patético que había resultado mi día. A medida que le iba relatando las circunstancias de la jornada, en ámbitos distintos, con personajes diversos y de diferentes edades, descubrimos la existencia de una constante: la falta de respuestas unívocas a preguntas que se contestan con un SÍ o un NO. Tal como lo lee. Lo único que yo buscaba en los distintos momentos era una “simple respuesta” a un “pregunta concreta”: ¿Puede asistir a la reunión? ¿Me va a entregar la carpeta? ¿Recibió el correo? ¿Podrá responder a la carta que le envié hace más de un mes?

Hablamos con mi interlocutor de los personajes públicos que terminan escudándose en que el jefe de gabinete o secretari@ no les informó, porque, por supuesto, ellos tienen siempre la mejor voluntad de escuchar y atender pero “justo” en ese momento no pueden y esgrimen evasivas como la de “llame a mi oficina”… En el fondo, siga participando.

Me viene a la memoria algo que ocurrió no hace mucho. El presidente del Partido Socialista estuvo en Coyhaique y allí mi amigo Claudio, que vive en la región, le dijo que necesitaba hablar con él. El presidente le manifestó que en eso precisos momentos estaba con la agenda copada, pero que si se acercaba a Santiago lo recibiría de todas maneras. Quiso el destino que pocas semanas después Claudio viajase a Santiago. Fue a la sede, a París, y contó su conversación con el presidente y explicó cuánto tiempo estaría en la capital. Con mucha amabilidad, la secretaria le dijo que no se preocupara que le llamara sin falta para avisarle cuándo lo recibiría. Tiempo después, así fue: era un soleado día en la Patagonia cuando lo llamaron por teléfono para decirle que el viernes siguiente lo pueden atender... Siga participando.

Sin ir más lejos, hace dos días, le pregunté al secretario general del Partido Socialista cuándo podían darme respuesta a una carta que envié hace dos meses. No me explayaré en las excusas y demases. Lo único que pedí fue una respuesta que consistía en un SÍ o un No. Muy circunspecto, me contestó: “Lo estudiaremos, compañera”… Siga participando.

Para evitar suspicacias y malentendidos, quiero precisar que cuando me dirijo a las autoridades partidarias dejo claro que no soy candidata a nada, ni quiero cargo ni nombramiento… sólo una reunión para ver temas políticos concretos.

La verdad es que a estas alturas ya da lo mismo. La celeridad y la diligencia sugen sólo cuando se trata de buscar candidatos y reemplazantes para algún cargo. Todo lo demás es de un profundo y lento estudio ideológico-filosófico-tendencial, que finalmente pasa al olvido por la desidia de los estudiosos y, también, por el agotamiento de los que plantean los temas. Siempre habrá razones de Estado y de alta política (candidatos, pactos, alianzas, nombramientos) que impidan dar respuestas claras.

Lo que ocurre, y parece que ahí está la madre del cordero, es que dos sencillas palabras, una afirmación y una negación, un sí y un no, significan una decisión y un compromiso. Si no fuera así, ya tendríamos, entre otras cosas, candidato presidencial y también estaría en marcha la organización de las primarias. Sin embargo, todo es posible: talvez primarias, quizás acuerdo político. Lo importante es ganar. Y preguntará usted por el ejercicio democrático de elegir candidato, pues ¿qué quiere que le diga?.. Raspe y gane…. Siga participando.

domingo, 7 de diciembre de 2008

De procesiones y otras yerbas o simplemente de Capitán planeta a perro del hortelano


Parece que por fin terminaron las procesiones, las rogativas y la política epistolar. Las últimas manifestaciones estos días estuvieron a cargo de tres diputados socialistas… Venid y vamos todos con flores donde Lagos… podría ser el cántico que les acompañó.

El interés y preocupación por el futuro de la Concertación los debe haber motivados para presentar sus respetos y pleitesías al ex Presidente, ya que sería absurdo pensar que sintieron la necesidad de garantizar sus cupos en las próximas elecciones parlamentarias. Sin embargo, curiosamente uno de los diputados Fulvio Rossi, ha anunciado sus aspiraciones senatoriales, dejando muy claro que “no aceptará que lo bajen”.

Al fin, luego de un periodo de “sí, talvez, no está en mis planes, aún no es el momento, quizás, etc” Ricardo Lagos Escobar dijo que no será candidato, de paso dañó la eventual candidatura de José Miguel Insulza, puso variadas condiciones a la composición de las listas parlamentarias, cuestionó el mecanismo de las primarias y exigió una concertación ordenada. La verdad es que no termina de sorprender el conjunto de exigencias que puso, haciendo caso omiso a los mecanismos partidarios democráticos que se han generado en estos años para la elección de candidatos. Su egocentrismo atenta contra los avances democráticos de estos años.

Los partidos, los parlamentarios, los simples militantes como yo no estuvimos a su altura; no fuimos capaces de garantizarle un retorno triunfante a La Moneda. Nuestra pequeñez se hace patente al querer participar en un juego democrático que a través de una primaria abierta nos permita elegir a nuestro candidato a la Presidencia; participar en la elaboración de un programa que efectivamente nos ofrezca una Constitución que sirva para alcanzar un Estado de Bienestar. Nuestra falta de altura de miras nos hace querer que nuestros representantes en el Parlamento tengan compromisos reales con sus electores y el desarrollo de sus regiones, y no con los cenáculos donde se reparten las candidaturas.

Lagos nos causó bastante daño, pero por suerte no es irreparable: primero, porque no va de candidato; segundo, la capacidad de trabajo de José Miguel Insulza hace que podamos recuperar el tiempo perdido, y tercero, finalmente, será una primaria abierta la que determinará quién será el candidato de la concertación. Resumiendo, la candidatura será resultado de un proceso democrático y no de decisiones o imposiciones.

Eso sí, ahora resta lo más importante: elaborar un programa para encarar los nuevos desafíos y que no sea más de lo mismo.

En cualquier caso: gracias, Ricardo Lagos.

domingo, 23 de noviembre de 2008

“Allende visión de un militante” o simplemente Jaime Suárez Bastidas

El día que regalé el penúltimo ejemplar del libro escrito por mi padre "Allende Visión de un militante" en 1992, me dí cuenta que tenía que reeditarlo. En el año del centenario del natalicio de Salvador Allende y a los 15 años de la partida de Jaime Suárez me pareció el mejor momento para hacer y poder honrar no solo a nuestro querido Presidente, sino que a todos los hombres anónimos que han entregado su vida a la causa noble y justa de los trabajadores.

Al principio busqué apoyo, pero al poco andar constaté que ese era un camino inconducente. Así que con mi círculo más cercano imaginamos la ceremonia y nos dimos a la tarea de hacer el lanzamiento el día 10 de noviembre en el Centro Cultural Palacio La Moneda. Todo el trabajo desplegado en la producción, el envió de invitaciones, elección de los presentadores, elaboración del diaporama, del libreto, etc. No obstante lo agotador, valió la pena. Gracias a la comprensión de mis hijos, al apoyo llegado directamente de Panguipulli de la mano de mi amiga Bea, a Laura y el Brown por el coctail, a mis compañeros de trabajo Nury y Osvaldo que tuvieron que hacerse cargo de todo el trabajo en la oficina, a mi hermano por escucharme y leerme permanentemente, a la Bernardita Cancino, a la Fanny por sus foto, a todos los que fueron, a los que no pudieron llegar, a los que están en el grupo de Facebook. Gracias a todos los que hicieron posible la materialización de este sueño

El Centro Cultural estaba lleno, rostros emocionados por el reencuentro, un gran silencio ante las intervenciones de Juan Pablo Cárdenas, Eduardo Contreras e Isabel Allende, y un público masculino expectante a cada aparición de la maestra de ceremonia: María Esperanza Silva.

“Allende: Visión de un Militante”, escrita desde la posición privilegiada del participante de primer orden en los acontecimientos que narra. Con pluma fácil, entretenida, muchas veces poética, pero también rigurosamente documentada, Jaime Suárez nos legó una visión de Allende desde la perspectiva de un militante socialista de base que en 1958 trabaja en su segunda campaña presidencial y que lo acompaña hasta la victoria electoral de 1970.

Mi padre nos hace partícipes de los entretelones de acontecimientos como la creación de la Unidad Popular y la nominación de su candidato presidencial, también comparte anécdotas deliciosas, que ayudan a entender el ambiente en que se gestó la historia.

En el volumen, de 208 páginas, no escatima talento ni aguda percepción para ofrecernos sucintas pero profundas semblanzas de dirigentes socialistas y personas próximas a Allende.

La maestra de ceremonia y mi hija Marisol leyeron el prólogo escrito para esta edición por José Miguel Insulza quien concluye la presentación de la obra con las siguientes palabras: “Son muchos los que viven orgullosos de ser socialistas como Allende y creo que serán muchos, también, los que después de leer este libro dirán además, y socialistas como Jaime Suárez”.

Finalmente, no puedo menos que destacar el brillante saludo del Presidente del Partido Socialista, si brillante… brilló por su ausencia.

jueves, 30 de octubre de 2008

Simplemente Jaime Suárez y las Golondrinas



Jaime Suárez y las Golondrinas. Escrito por Jorge Uribe Navarrete y publicado en La Nación los primeros días de noviembre de 1993. Jorge falleció en enero de 2008 y vaya mi homenaje para ti a 15 años de tus palabras.

Jaime Suárez y las Golondrinas
Atípico fue el funeral de Jaime Suárez Bastidas el sábado pasado, en el Cementerio Metropolitano, A los sones mágicos del tradicional cántico mexicano de despedida –Las Golondrinas- sus restos se reunieron con los de su amada.

Lo conocí en 1969, en medio de los avatares de la campaña de Salvador Allende. Trabajé como su subordinado cuando fue el primer Ministro Secretario General de Gobierno de la Unidad Popular. Pronto se fue al cargo de Ministro del Interior. En 1973 ya era Senador de la República.

Y comenzó la gran sequía. Jaime salió del país amparado por la generosa protección del Perú. Luego, cumpliendo funciones encargadas por el Partido Socialista, vivió en Moscú y en Berlín.

A la postre fue a México, nación en la que fue feliz al grado que su afecto por ese país se transformó en pasión. Y allí nos hicimos amigos, atizonados por las nostalgias de la patria lejana y postrada, afecto que renovamos tras el retorno.

Apenas unos días antes de morir me llamó para instarme a leer un artículo que había escrito en LA NACION, en el que se refirió a ese “amate vegetal” que es la geografía mexicana, un fundido de colores que penetra en el alma.

En unos de loa párrafos, Suárez recordaba la vieja leyenda mexicana que señala que por las noches, en algunas solitarias campiñas del Estado de Morelos, cuando el viento se cuela entre los árboles, se escucha el galopar del caballo de Emiliano Zapata, que continúa en su lucha por corregir las injusticias sociales.

En un ramalazo de rebeldía, Jaime apuntaba que ese mismo caballo debería seguir cabalgando… pero en Chile, básicamente por las pobladas calles de San Miguel.

En trasnochadas conversaciones rememoramos muchas veces los últimos lustros de nuestro Partido Socialista, en el que compartimos años de esperanzas y luchas, triunfo y emoción, derrota y persecución, para arribar después hasta esos opacos, insaboros, incoloros.

¡Por qué no habré aprovechado más la sabiduría del maestro!

Nunca lo sabré, aunque el pasado sábado intuí, cuando escuchaba a los mariachis cantar sobre su tumba, que me será difícil olvidarlo.

lunes, 13 de octubre de 2008

De miradas de futuro, desafíos, audacia y otras yerbas o simplemente como dijo el chino…

Un hermosa mañana de un soleado sábado de octubre nos reunimos un grupo de personas en un encuentro que llevaba por nombre Una Mirada hacia el Futuro – Diálogo con José Miguel Insulza.

Estábamos, literalmente, en la punta del cerro, pues nos congrega la Casa de la Cultura Anáhuac, en el San Cristóbal. Una concurrencia entretenida, amigos que hacía tiempo no veíamos y, sobre todo, la alegría de sabernos en la misma parada. Tema que no es menor en vísperas de definiciones de candidatos presidenciales.

El planteamiento central de José Miguel Insulza, a mi entender, fue la necesidad de cerrar un periodo en la concertación y en el país. Avanzar en reformas que permitan al país afrontar los desafíos que implican la globalización y el nuevo escenario mundial, con la participación de los ciudadanos como sujetos de derecho.

En otras palabras, una reforma del Estado que, junto con garantizar los derechos de los ciudadanos, termine con la desigualdad y permita una mayor democratización y participación de las personas. Para eso, propuso una reforma de la Constitución que refrende esas garantías con el objetivo de alcanzar un Estado de Bienestar.

Nos invitó y provocó con los temas pendientes para crear las condiciones institucionales y políticas que permitan acabar con la desigualdad y abordar las transformaciones que Chile requiere para dar un salto al desarrollo. Por ejemplo: ”Nuestro sistema tributario no redistribuye” . Si queremos vivir como en el primer mundo, con sus servicios de salud, educación y transporte, tenemos que estar dispuestos a pagar impuestos, y no impuestos africanos.

Escuchaba atentamente. Entre la robustez de su intervención y mi ya recurrente escepticismo sobre cómo la Concertación sigue haciendo más de lo mismo, apareció el chinito que todos llevamos dentro: te cleo o no te cleo.

Y ahí me dí cuenta la razón de que esta reunión se desarrollara en ese Centro Cultural Anáhuac. En un momento, algo me hizo click (seguramente algún especialista me lo podrá explicar). Con convicción y claridad, dijo: un Estado democrático es una lucha que tenemos que dar y la nueva constitución tiene que garantizar todo aquello que queremos proteger. Lo habrá dicho mucho mejor, pero más o menos así se me grabaron sus palabras.

Anahuác significa la tierra entre las aguas o un lugar junto a las aguas y ahí entendí que estaba en terreno firme.. Las palabras del pánzer no eran más de lo mismo, muy por el contrario. Pero hay que tener audacia suficiente para hacer transformaciones profundas. La elecciones se ganan o se pierden, aunque Chile debe ser uno de los pocos países que luego de conocidos los cómputos electorales, todos ganan.

En esta vuelta me asiste la convicción que la única forma de ganar las futuras presidenciales es estar dispuestos a perder. Sí, dispuestos a perder. Los contingentes de burócratas y tecnócratas enraizados en todos los estamentos debieran preocuparse y entender de una vez por todas que, como dijo Insulza, la lucha que tenemos que dar es por un Estado Democrático y una nueva Constitución.

Llego a casa contenta, entusiasmada con mi candidato a Presidente y mi hijo me dice: “Ay, tú siempre te ilusionas y después... siempre lo mismo: sistema binominal, mas bien nominal, pésima educación pública y suma y sigue...”

Prefiero no hacerle caso a mi hijo y me voy a mi biblioteca y saco el ensayo de Alfonso Reyes “Visión de Anáhuac” (1519) y encuentro ahí las palabras precisas para sacar la conclusión de la jorrnada: “Lo nuestro, lo de Anáhuac, es cosa mejor y más tónica. Al menos, para los que gusten de tener a toda hora alerta la voluntad y el pensamiento claro”.

lunes, 29 de septiembre de 2008

De primaveras, elecciones, nuevos vientos y otras yerbas o simplemente en septiembre no hay segunda sin tercera.





Pensé que la anterior sería la última nota de septiembre, pero en realidad como sigue el espíritu dieciochero me pareció que podía darme el gustito de disfrutar de una tercera.

Y llegó la primavera… la alegría … sí, también la alegría, pero de mano del Circo du Soleil.

Una de las cosas que más me llamaba la atención cuando vivía en Moscú era que la primavera llegaba por decreto el 1 de Mayo. Sí, y no es chiste. Uno salía a pasear la noche anterior y por todos lados veía trabajadores plantando flores para recibir el desfile del Primero de Mayo.

En Santiago es un poquitín diferente, máxime si es en año electoral. El 21de septiembre pasó inadvertido, pero la noche del 25, en vísperas del inicio legal de campaña, por doquier se preparaban los candidatos y el reto resultó ser similar al de fin de año, hasta que llegaron las doce de la noche y oficialmente empezó la campaña electoral. Desde una candidata en baby doll, pasando por un candidato al cual literalmente le empelota la política, hasta otros, con la comuna en su corazón.

En Chile lo que abunda hoy son los candidatos, miles de candidatos a alcaldes y concejales. En mi familia suelen decir que tiendo a exagerar un poco las cosas, pero este no es el caso: son miles, literalmente.

Salgo a disfrutar del aire primaveral y encuentro que mi barrio, está invadido de palomas, palomitas, palomotas. No son precisamente aves, ni menos llevan una rama de olivo en el pico. En todos los rincones se ve propaganda: volantes, rayados. Vivo en San Miguel y tengo más que claro que votaré por Julio Palestro para Alcalde y por Carlos García para Concejal, ya que han realizado un muy buen trabajo en estos cuatro años. De modo que ni siquiera hago amago de recoger un volante en la calle, pero en mi jardín inevitablemente tengo que hacerlo y los leo solo para comprobar mi teoría: los candidatos que más hablan del cuidado del medio ambiente, de los residuos domiciliarios, son finalmente los que más ensucian y contaminan.

No estoy contra las campañas ni mucho menos, pero sí de la forma en que se hacen. Me quedo con el tradicional y personalizado puerta a puerta, el entregar en la mano de la vecina o vecino la propaganda. Prefiero la conversación, el diálogo, sobre todo cuando la comuna es el núcleo básico de nuestra democracia. Es en los gobiernos locales donde los ciudadanos debemos participar activamente y para eso necesitamos candidatos que recorran a pie y conozcan a cada uno de los vecinos. Pero en fin, llegará el día en que votaremos digitalmente, y eso a lo mejor nos traiga campañas ambientalmente más amigables.

Con todo, está bastante más entretenida la política…. Las elecciones municipales de este año vienen cargadas de sorpresas. Por fin, no es más de lo mismo. Por primera vez la concertación va en listas separadas para concejales, por primera vez hay pacto por omisión con el Partido Comunista, por primera vez los descolgados de la Concertación llevan sus propios candidatos. Lo que a algunos podría parecer desastroso lo encuentro fantástico: de a poco la ingeniería electoral binominal se empieza a desarmar.

Será el efecto de la primavera… pero creo que finalmente estamos avanzando para lograr un país políticamente más democrático y terminar con el sistema binominal excluyente…





sábado, 20 de septiembre de 2008

De Te Deum laudamus, elecciones y otras yerbas o simplemente en septiembre no hay primera sin segunda



El Te Deum Ecuménico del 18 de septiembre de 1972 sería el segundo de este tipo y el último del Presidente Salvador Allende. En esta foto tomada ese día a su derecha se encuentra el Presidente del Senado, Ignacio Palma, y a su izquierda, el Presidente de la Corte Suprema, Manuel Urrutia, y el Ministro del Interior, Jaime Suárez.

Al asumir como Presidente de la República en noviembre de 1970, el Dr. Salvador Allende G. al entonces Arzobispo de Santiago, Cardenal Raúl Silva Henríquez, que el Te Deum tuviera carácter ecuménico, a lo cual éste accedió. Así, en 1971 el Cardenal Raúl Silva Henríquez invitó a la Catedral Metropolitana de Santiago a obispos y pastores de otras Iglesias a participar con sus oraciones en la ceremonia. De modo que el Te Deum Ecuménico es otro de los legados de Salvador Allende.

Te Deum laundamus, que significa A ti, Dios te alabamos, es un himno muy antiguo cuyos orígenes se remontan al siglo IV y se le atribuye a San Ambrosio su composición.

Este canto de acción de gracias a Dios, se instaló en nuestras tradiciones en 1811 cuando José Miguel Carrera pidió a la autoridad eclesiástica de la época que se celebrara para conmemorar el primer aniversario de la Junta Nacional de Gobierno. Grandes compositores de todo tiempo y lugar han aprovechado para elaborar exquisitas piezas musicales para coro y orquesta. En Chile , la música del Maestro Vicente Bianchi nos acompañó desde 1970 al 2000. El año pasado se estrenó una versión cuya música es obra de Fernando Carrasco.

Siguiendo con la historia, en un comienzo este canto de gracias se entonaba al final de la misa. Se dice que fue a petición de Miguel Luis Amunátegui que en 1870 el Te Deum se comenzó a celebrar cada 18 de Septiembre sin eucaristía. (En aquella época para recibir la comunión se requerían varios días de ayuno).
Empiezo a buscar alguna fuente que me corrobore que fue Amunátegui el autor de la iniciativa. Los textos que encuentro en internet dicen todos lo mismo, pero por alguna razón no terminan de convencerme. La duda me intranquiliza y parto a mi escritorio a buscar en la biblioteca la Historia de Chile de Encina-Castedo. Debo admitir que no hallé la respuesta.

Sin embargo, lo que encontré durante la búsqueda hizo que olvidara la razón que me llevó de abrir el Tomo II de Encina Castedo. Amunátegui, Ministro del Interior en la segunda administración de JJ Pérez, al exponer su programa en la Cámara de Diputados afirmó: “Los gobiernos tienen el imperioso deber de garantir a todos la más amplia libertad para difundir sus ideas y hacerlas aceptar; pero, al mismo tiempo, tienen el no menos santo de evitar, en cuanto de ellos dependa, los arranques y discordias civiles…” “La diversidad de opiniones, conveniente y necesaria, no justifica en ningún modo la existencia de odios profundos y encarnizados entre los individuos de una misma nación, entre hermanos que deben trabajar por la prosperidad de la patria común.”

Me entusiasmo y sigo leyendo. Me encuentro con la libertad de exámenes promulgada el 15 de enero de 1872 por el Ministro Abdón Cifuentes pero esa gran iniciativa me parece la nada misma cuando descubro que Amunátegui en el Gobierno de Aníbal Pinto, siendo Ministro de Justicia e Instrucción Pública, resolvió por decreto, dictado del 6 de febrero de 1877, que las mujeres podíamos ser admitidas a rendir exámenes válidos en la Universidad de Chile para optar a títulos profesionales siempre que nos sometiésemos a las mismas condiciones de los hombres.

¡Grande Amunátegui!

Qué dirías hoy si vieras a una mujer Presidenta en Chile en un Te Deum Ecuménico justo además al día siguiente de que Salvador Allende ganase su segunda elección…Esta vez desde la eternidad, como el personaje más importante de nuestra historia.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Septiembre y otras yerbas o simplemente septiembre

En algún momento, en clases de ciencias sociales, estudiando el primer periodo de don Arturo Alessandri Palma seguramente escuchamos al pasar la historia del “ruido de sables” y no prestamos atención mayor. Corría el año 1924 y el proyecto de dieta parlamentaria sería el detonante que hizo estallar el malestar existente en el Ejército. La oficialidad asistió a las sesiones del Senado para manifestar su desagrado y cuando el ministro de Defensa les solicitó retirarse, los militares hicieron notar su malestar haciendo sonar sus sables. Ibáñez encabeza el movimiento. Alessandri se va del país y surge la Junta de Gobierno de Septiembre de 1924. Luego vino la constitución de 1925 y bueno la historia es conocida. Todo esto ocurrió en un mes de septiembre

Cuando éramos niños la ilusión de la llegada del mes de la patria era muy grande. Septiembre, en nuestras fantasías, significaba volantines, trabajos manuales haciendo guirnaldas tricolores, pero sobre todo, para nosotras las niñas: la compra de la tenida diciochera. Era una época en la cual uno tenía el uniforme de colegio y un par de tenidas domingueras. Cuesta transmitir la ilusión y alegría que acompañaba la llegada de septiembre, el sólo imaginar ir a “Santiago” a comprar un vestido y un par de zapatos blancos Bata, era lo máximo. Ahora la gente va de La Cisterna al Centro. Nosotros íbamos a Santiago.

Septiembre hace 35 años es otro. Nos cambiaron el país y nos transformamos. La cueca se empezó a bailar en todo el mundo, los exiliados haciendo el ocho en los lugares más recónditos del planeta, y en Chile, la Cueca Sola. en el nombre de la memoria, para transmitir el recuerdo de los detenidos desaparecidos.

Con alegría celebramos pasar agosto, lo que no significa esperar septiembre con el mismo espíritu. El peso del dolor profundo de una sociedad se transforma en una carga con la cual es difícil transitar por las calles en estos días.

Es 11 de septiembre, recibo temprano un correo de mi amiga Laura donde me dice: “Amiga espero que esté en paz con su alma y corazón. Imposible no recordar a tú papá este día, es como si el cuerpo mintiera y que 35 años son un día, son horas. Dónde estábamos, qué hacíamos, cómo supimos que la Moneda era atacada. Qué pasó con esa fuerza, en que nos fuimos transformando, cómo hemos llegado a estar con conformismo inconformista. Por lo que llegamos a ser hoy, de lo que no me enorgullezco mucho, te abrazo fuerte.”

Luego hablo con mi hermano Bernardo y me cuenta que ya cumplió. Temprano fueron con un pequeño grupo a dejar una ofrenda floral a la calle Salvador Allende en Moscú. Le comento que a diferencia de años anteriores no iré al homenaje organizado por el Partido, sino que iré sola a presentar mis respetos al Presidente Salvador Allende. Aún recuerdo del dolor que me causó el acto del año anterior.

Ya que estoy en el centro, decido ir a ver a Laura al Brown y retribuirle el abrazo que recibí temprano por mail. Nos damos un fuerte abrazo y nos conversamos un café cortado.

A medida que vamos hablando en la complicidad del día, de repente le relato el profundo dolor que me aflige: Durante un par de meses han estado trabajando en la calle Londres (donde está mi oficina), reponiendo los adoquines. Ya esta casi todo terminado. Salgo a recorrer y me detengo en Londres 38 y me encuentro con placas recordatorias en el suelo con el nombre y la edad de los jóvenes asesinados en ese centro de tortura. Siento una impotencia tan grande cuando me doy cuenta lo que estoy pisando y me pregunto: ¿a quien se le ocurrió brillante idea, ¿acaso no era posible hacer un memorial en el muro? ¿o nuestro afán de imitar a otros obnibula nuestra conciencia?

En medio de mi desahogo, le cuento a Laura que estando en Tunisia, siempre tuve la precaución de ir por la vereda del frente cuando veía un café con hombres árabes disfrutando de sus pipas, en señal de respeto…

De regreso a mi oficina paso al Partido, entro al memorial que hay en la sede y comparto con mis queridos amigos. De repente mis ojos se detienen en un nombre Bernardo Maldonado. Recuerdo sus ojos verdes y la última vez que lo vi …iba caminando por una calle de Temuco con el poncho que me había regalado mi padre para mi cumple … iba al hogar universitario… nunca volvió… lo mataron el 26 de septiembre del 73.

¿Seremos capaces de demostrar nuestro respeto sin pisotear la memoria de los caídos?

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Del aniversario del Movimiento Democrático Popular, de gobierno ciudadano y otras yerbas o uno de los legados del Papa a la democracia chilena

Se cumplieron 25 años de la fundación del Movimiento Democrático Popular, MDP, referente político nacional que agrupó al PC, al MIR, al PS Almeyda, al PS 24 Congreso y sectores del MOC y del Mapu. El MDP emergía junto con las organizaciones democráticas independientes como una alternativa nueva, diferente, con una importante capacidad de conducción. La rebeldía de septiembre sería creciente.

Un grupo de jóvenes invitó a reencontrarnos, a revivir esos momentos, el día 29 de agosto. La convocatoria entre otras cosas decía: “Alegres, rebeldes y con todos los sueños a cuestas, nosotros, los jóvenes de entonces, fuimos capaces de organizarnos para enfrentar a una de las dictaduras más sangrientas del continente.
En ese esfuerzo entregamos lo mejor. Postergamos proyectos personales, académicos y laborales. Superamos sectarismos y diferencias, y nos hermanamos en el esfuerzo de construir una sociedad justa, libre, democrática e igualitaria.
Es cierto, el Chile de hoy no es el que soñamos construir, pero la recuperación de la democracia no habría sido posible sin nuestro esfuerzo.”

Hasta el día anterior, yo había confirmado mi participación. Inevitablemente retrocedía 25 años y aparecía en mi retina: el tata Maroto, sus huesos enchapados en carne. con su eterno maletín para hacer contacto con la tierra; las tensas reuniones del Secretariado Ejecutivo; la organización de la Primera Asamblea Nacional del MDP; la emoción de nuestros corazones henchidos cuando cantamos el Himno Nacional.

Sí, todo eso fue hasta el mediodía del evento. Del viejo mundo, de mi oficina ubicada en París con Londres, crucé el Atlántico del la Alameda y llegué al nuevo mundo a través de la calle Nueva York. Iba a almorzar a mi lugar favorito del centro -el Restaurante Brown, en Almirante Gotuzzo- vería a mi amiga Laura Naranjo, a Vicky Gutiérrez y celebraríamos el cumpleaños de una querida amiga y gran representante del humanismo cristiano, Martita Canto.

Estaba feliz ante la perspectiva de esa reunión, que como siempre nos permitiría intercambiar opiniones sobre esas cosas típicas de mujeres: la participación ciudadana, la corrección del modelo, el deseo de muchos de vivir como el primer mundo pagando impuestos haitianos y, naturalmente, el gobierno ciudadano.

Iba cual caperucita roja a visitar a la abuelita (sólo me faltaba ir cantando, con lo desafinada que soy, ¡dios os guarde!) cuando de repente la realidad, brutal, me golpeó.La Plaza de la Constitución estaba cerrada con vallas papales para los peatones, pero curiosamente los vehículos podían transitar por la calle Moneda, como siempre, de oriente a poniente. Le pregunté a un señor carabinero: “¿Si me subo a un auto puedo pasar?”. Me miró y respondió categórico: “Sí, señora”. Esa última palabra hizo que la procolalia no brotara de mis labios. Por suerte, mi recorrido no tenía contemplada la Plaza Ciudadana, que siempre esta vedada. Llego al encuentro con mis amigas y en lugar del “feliz cumpleaños” lo único que se ocurre decir es: menos mal que es un gobierno ciudadano.

A medida que transcurre el almuerzo vamos pasando de un tema a otro: el interesante encuentro que tuvimos con José Miguel Insulza, los potenciales candidatos presidenciales y qué pasará con las municipales. Nuestras risas invaden el Brown, ironías van y vienen respecto a la fronda aristocrática y de cómo llegaremos al bicentenario. De súbito, recuerdo la proliferación de separadores metálicos de personas en el centro de la ciudad y concluyo medio en broma que la visita del Papa el año 87 hizo un aporte “fundamental” para la futura democracia y expresión ciudadana: las vallas papales.

Regreso a mi oficina decidida a asistir a la celebración de los 25 años del MDP. No es precisamente lo que soñamos construir, pero tenemos un Estado democrático, donde como dice alguien “las instituciones funcionan”. De modo que a trabajar se ha dicho, somos una organización no gubernamental y, cosa curiosa, este año ganamos una licitación en el Sistema Chile Compras. Nuestra secretaria ejecutiva, la ingeniero Nury Vázquez, se comunica por teléfono con su contraparte técnica. Por lo que oigo de la conversación, ni en sus sueños más audaces Kafka podría haber ideado un diálogo de tales niveles de absurdo.

Me viene a la memoria el rasgo quizás más relevante de los funcionarios de la dictadura: el desprecio. Y ahora, en democracia, la insensibilidad del burócrata facilita el riesgo de transformarse en una motivación para el desprestigio del sistema.

Finalmente… parece que no era mi día. De la oficina decidí partir a casa y a pensar cómo llamar la atención sobre cuestiones tan elementales como que la Plaza Ciudadana sea lo que su nombre dice, para poder ver allí jóvenes sentados, leyendo, pololeando o simplemente... soñando.

miércoles, 27 de agosto de 2008

De regalos, redes, tecnologías y otras yerbas o simplemente no te quedes en el pasado, nene…


Entre tantas cosas que me llamaron la atención cuando llegamos a Moscú en marzo de 1974, hubo una cuyo significado hasta el día de hoy no termina de maravillarme y que marcó la vida de nuestros ancestros y las actuales generaciones. Al parecer, aún no logramos dimensionar los cambios sociales que trae consigo. Me refiero a algo tan simple como el ábaco.

En todos los negocios, tiendas, mercados, y restaurantes al llegar el momento de pagar, manos ágiles se desplazaban de derecha a izquierda y, ante mis ojos, magia pura desentrañaba los secretos del cálculo.

Fue ahí donde conocí el ábaco, el instrumento más antiguo para contar, cuyo origen se atribuye a babilonios y chinos (1.300 a.c). Este artilugio mecánico, utilizado por todos con tanta familiaridad en pleno siglo XX, revolucionó en su momento la técnica de contar y permitió al hombre realizar operaciones matemáticas con varias cifras. Si el ábaco tuviese un programa, seguramente lo llamaríamos computador. Mundialmente menos conocido, es el Nepohualtzitzin, una invención de los mexicas confeccionada con madera, hilos y granos de maíz: la “computadora azteca”

Debo admitir que nunca aprendí a usar el ábaco. Por lo visto, en castigo, tuve que lidiar en la Universidad con el FORTRAN IV, programa del cual solamente recuerdo que se clasificaba en sentencias de dos grupos: ejecutables y no ejecutables. Y, claro, que sin el comando “ifort” todos los esfuerzos “intelectuales” se iban al tacho de la basura. No había interfase.

Todos estos recuerdos vienen a mi mente en estos días, cuando mi padre hubiera cumplido 77 años. En su cumpleaños recibía la visitas de sus amigos. Las celebraciones y las muestras de cariño eran acompañadas, como dios manda, del tradicional “regalo familiar”. Un gran tema que pudiera ser de fácil resolución con un poco de imaginación en un mundo donde la oferta es tan amplia y para todos los gustos… jugando con la imaginación, vamos viendo: un buen libro, siempre esta bien visto como regalo (por ejemplo “Portales. Una falsificación histórica”, de Sergio Villalobos) si es que no lo hubiera leído, cosa difícil. Otra opción, una buena selección de tangos, su música favorita. No sería mala idea: la última versión masterizada de Gardel para acompañar su colección de vinilos, cassettes y CD.

Hombre de gustos sencillos, pero visionario y muy moderno, la elección finalmente habría recaído en algún complemento para su PC. Aunque no lo crean, su cercanía con el PC era muy grande. Con los dos: con el personal computer y con el Partido Comunista.

Cuando autorizaron a mi padre a regresar a Chile, una de las primeras cosas que hizo el año 89 fue comprarse un computador. No recuerdo la marca ni el modelo, pero sí que era uno con dos diqueteras 5 ¼ y una impresora de papel continuo. Con paciencia y dedicación se dejó seducir por la nueva tecnología, aprendió por su cuenta a trabajar con el sistema operativo y con el programa WordStar. A medida que la tecnología avanzaba y sus recursos se lo permitían, iba mejorando su equipo. Fue un gran momento cuando le puso disco duro, y ¡qué decir cuando quedaron en el pasado los comandos de WordStar e irrumpió el maravilloso Word Perfect!

Con mi hermano Bernardo, se ha transformado en un lugar común decir: cómo disfrutaría el viejo con Internet. Cerramos nuestros ojos y vemos los de él brillar por su encantamiento y fascinación de las tecnologías y las comunicaciones. No tengo la menor duda que se pasaría todo el día navegando, actualizando a diario su blog, chateando con medio mundo (literalmente) y, por supuesto, que tendría Facebook.

La irrupción de la revolución tecnológica en la sociedad, y de forma muy particular de las tecnologías de la información y la comunicación no lo hubieran sorprendido y seguramente estaría discutiendo en el Partido Socialista la necesidad de utilizar estos instrumentos para asegurar la participación ciudadana en las políticas públicas.

Lo imagino de tantas formas enriqueciendo nuestras vidas… y de repente aterrizo bruscamente a nuestra realidad y veo en la televisión al actual Secretario General de Gobierno, que no usa agenda ni computador y que se define como analfabeto tecnológico.

En las antípodas, el presidente de Rusia amenaza con despedir a los funcionarios que no sepan usar el computador….

domingo, 17 de agosto de 2008

De lejanías, cercanías, imperios y otras yerbas o simplemente como la naturaleza siempre es más fuerte.


Hace un par de años fuimos con mi hijo Cristóbal a España, en vista y considerando que estábamos “tan cerca” Bernardo nos mandó los pasajes y partimos a Moscú. Muchas primaveras e inviernos habían pasado. La última vez que había pisado esas tierras era la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la URSS.

Estaba en Rusia, un país nuevo, extraño, desconocido donde lo único familiar era su idioma.

Necesitaba de una u otra manera reencontrarme con el pasado y le dije a mi hermano que quería ir a la ВДНХ (VDNJ), la exposición permanente de los avances científicos y técnicos de las repúblicas socialistas soviéticas. En la entrada se conservaba todavía la gran estatua que simboliza la unión obrero-campesina, un hombre y una mujer con sus manos levantadas unidas por una hoz y un martillo. Ostentosas construcciones representando a cada una de las repúblicas que albergaban sus avances en los distintos ámbitos de la ciencia y la cultura. Estos pabellones hoy están convertidos en mercados donde se concentran tiendas que venden todo lo que la imaginación no logra imaginar.

Construida en la época de Stalin, la exposición cuenta con una hermosa fuente donde las doradas estatuas lucen los trajes típicos de los pueblos de la URSS, uno de los vestigios del Imperio Soviético.

Añoranzas en el marco de una gran crisis, que ha puesto a Rusia y a Occidente al borde de una nueva guerra fría.

El viernes 8 de agosto, cuando miles de millones de personas disfrutaban de la inauguración de las Olimpiadas en Pekín, estallaba la guerra en la región separatista georgiana de Osetia del Sur. No es mi propósito entrar a analizar el conflicto entre georgianos y osetas y los intereses de Rusia en la zona, ni las consecuencias de eso acontecimientos que se producen cuando en nuestro país las conversaciones giran en torno a las Olimpiadas, los últimos escándalos en la farándula criolla y las platas para el Transantiago.

¿Será que hemos perdido la capacidad de asombro o que, pese a todos los adelantes de la tecnología y la globalización, Chile está muy lejos de todo? ¿Seremos los último en enterarnos del fin del mundo cuando llegue a producirse? Me pregunto.

Converso con mi hermano Bernardo intercambiamos opiniones sobre la distancia, lo lejano que se encuentra Chile de todo esto, de lo que fue la bipolaridad ideológica hasta llegar a la supremacía norteamericana en un mundo donde ahora Rusia quiere posicionarse, tener mayor gravitación. Pero mi pregunta es: ¿posicionarse como qué? Rusia profesa como credo el capitalismo y comparte con Estados Unidos vocación imperial.

Finalmente, no puedo terminar estas líneas sin recordar a nuestro querido Juan Bustos, la conmoción pública por su partida a lo mejor nos disculpa por no tomar conciencia de lo que ocurre tan lejos pero que sin embargo nos afecta de manera tan directa.

jueves, 7 de agosto de 2008

De leones, nacimientos en medio mundo, tradiciones familiares y otras yerbas.

A lo mejor pasa en todas las familias, sin embargo en la nuestra es muy notorio que la gran mayoría de los nacimientos se han producido en el mes de agosto. En latitudes diferentes pero en agosto, al fin y al cabo.

Hasta donde yo sé, la “tradición” la inauguró mi padre al llegar a este mundo un 23 de agosto en San Bernardo, ciudad que alguna vez limitó al norte con Santiago. Además, se sacó el premiado dando origen a una leonina costumbre familiar. Fue el primer león, es decir, mi padre es Jaime León; mi hermano, Bernardo Léon, y mi hijo, Cristóbal León. En el caso de Jaime y Cristóbal coinciden que son de agosto por lo cual podría pensarse que es una tradición astrológica. Mi hija Marisol nació en Buenos Aires en agosto y es una leona.

Los problemas o dificultades para encontrar el origen de la tradición surgen con mi hermano Bernardo, que siendo León no es de agosto. Ernesto mi sobrino nació en Moscú, adivinen cuando, efectivamente en agosto, pero no es León: por ser ruso se hizo acreedor de patronímico. El es Bernárdovich.

La verdad, como siempre, es más sencilla, no hay ningún misterio y el zodíaco está lejos de ser la causa. La razón, no podía ser otra que la historia y la política. Parece cuento, pero es la pura y santa...

En Osorno, mi ciudad natal, el 18 de abril de 1837 nació Eleuterio Ramírez. Siendo teniente ayudante mayor, defendió la constitucionalidad en las revueltas de 1859. Cuando en 1872 ascendió al grado de teniente coronel fue designado comandante del Segundo de Línea. Tras el estallido de la Guerra del Pacífico y la captura de Calama, el comandante Eleuterio Ramírez fue nombrado Gobernador de la ciudad. No contaré la historia completa, pero al mando del Coronel Luis Arteaga, comenzó una operación militar que terminaría en la Batalla de Tarapacá.

Herido en una mano y, luego, en el pecho, Eleuterio Ramírez combatió hasta la muerte con tal bravura que pasó a la historia como “El León de Tarapacá”.

Para su muerte, Arturo Alessandri Palma, que vivía en las cercanías de Linares, cumplía once años y no imaginaba que llegaría a ser Senador por Tarapacá en 1915. Según algunos historiadores, fue el catalizador del despertar de la clase media y los habitantes del norte lo bautizaron como "El León de Tarapacá”

De extraordinaria personalidad, Arturo Alessandri Palma, fue Presidente de la República entre los años 1920 y 1925 y luego entre 1932 y 1938.

Siendo niños solíamos preguntar por qué lo del León. La respuesta, si mal no recuerdo, era de que se debía a la gran admiración que sentía mi abuelo por Arturo Alessandri Palma. Es muy probable que así fuese.

Sin embargo, a estas alturas me atrevería a decir que finalmente la presencia del los leónes en nuestra familia es por Eleuterio Ramírez. La admiración de un infante a otro, el respeto de un militar constitucionalista de 1930 a uno de 1859.

Otro dato a considerar es que nuestra niñez la pasamos en una casa situada en la calle Eleuterio Ramírez, en Osorno, hasta que los representantes del gobierno de Jorge Alessandri le hicieron la vida insostenible a mi padre luego de su frustrada candidatura a diputado por la provincia. Tuvo que emigrar a Santiago, y con él, todos notrosos.

Bernardo, no sólo es León sino que además es un infante permanente. No sé si serán reminiscencias de su época de cadete de la Escuela Militar, pero llueva, truene, nieve él todo los días camina de su casa a la oficina y viceversa. En total, ocho kilómetros, y cuando digo “llueva, triuene o nieve” no estoy recurriendo a una figura: Bernardo vive en Moscú.

Así, creo que la historia de Eleuterio Ramírez resuelve la incógnita del segundo nombre de los varones de nuestra familia.

Ahora falta la de los nacimientos en agosto, pero creo que develar ese misterio sería una indiscreción muy grande de mi parte, así que lo dejo por ahora a la imaginación de los lectores.
Mis parabienes a todos los nacidos en agosto, en particular a mi querida amiga Maruja Orellana, la Martita Canto, Osvaldo Acosta y por supuesto a Jaime Solari.

Felicitaciones a todas las amazonas que en distintas latitudes fuimos madres de leones.

martes, 29 de julio de 2008

De participación, educación, vueltas de carnero y otras yerbas.

Reconozco que siempre ha sido una de mis debilidades: cuando leo el diario y encuentro un artículo interesante, mis dedos se apropian de ese pedazo de papel. Así ha sido hasta el día de hoy (mis manos no se dan por enteradas de la existencia de Internet, al menos en ese aspecto). Lo más curioso de todo es que los recortes van a dar a un cajón, sin orden ni sistema, pero siempre que requiero de uno de ellos lo encuentro como por arte de magia.

No he podido resistir la tentación de compartir con ustedes uno de esos artículos. Se titula De la Participación. He tratado de recuperar los aspectos más relevantes, que en los tiempos que corren pueden ser de gran utilidad:

Creemos que la participación no es sólo deseable, sino que necesaria para lograr un desarrollo humano y sustentable. Las personas necesitamos de los otros para crecer y desarrollarnos, para cuidar nuestro presente y, sobre todo, para hacernos cargo de la responsabilidad de construir un mundo viable para las nuevas generaciones.
Sin embargo, falta entender qué es la participación y desde ahí ampliar las posibilidades de la gente.
Participar es ser parte, sentirse parte y tomar parte de algo; es estar integrado y no marginado.
Participar no es sinónimo de reuniones, de estar siempre juntos en asambleas. Se puede tomar parte de diversas formas, en distintos espacios y con disímiles fines
.”

Más adelante , la autora añade:

Cuando hablamos de hacer participar a la gente tenemos que cuidar básicamente dos aspectos, el primero es la oportunidad y el segundo la motivación. Participamos cuando nos dan la oportunidad, se genera el espacio, existe la forma, se crea el mecanismo. También cuando la invitación a tomar parte nos resulta atractiva, nos motiva. El desafío que tenemos las personas que creemos en la necesidad de la participación es crear mecanismos y acercarnos a los intereses de la gente, para proponerles alternativas que les sean atractivas.”

Finalmente, la columna de opinión publicada por el Mercurio del 1 de Julio de 1996 y obra de la pluma de la Sra. Mónica Jiménez nos entrega una frase para el bronce: “Se necesita además un nuevo liderazgo, con creatividad, capaz de generar estructuras y procesos colaborativos, que quiera hacer participar a la gente y que conquiste su confianza.”

Una clase maestra para aquellos que creemos y estamos convencidos de la necesidad de la participación ciudadana. Más de alguien dirá: pero, bueno, tiene más de doce años el escrito. Es éso precisamente lo que que lo hace magistral; no ha perdido vigencia.

Sin embargo, la autora, la actual Ministra de Educación, quizás debiera releer el texto y difundirlo entre sus asesores, para que finalmente se pueda establecer un diálogo real en torno a la Educación Pública.

Han retornado los jóvenes a clases, vuelven las movilizaciones y por doquier se piden más espacios reales de diálogo.

Me asalta una duda: ¿la autora del artículo cambió de idea en estos años o el nuevo liderazgo, que considera una premisa fundamental para llevar adelante estos procesos, está ausente o simplemente….. otra cosa es con guitarra?

jueves, 24 de julio de 2008

De viajes, fotos, despedidas y otras yerbas o simplemente una madrugada del 27 de Julio de 1973

La Ley de Reajuste de 1971 del Ministerio de Obras Públicas y Transporte estableció en su artículo 34 permiso a la compañía aérea belga “SABENA” para establecer un servicio aéreo regular de transporte público de pasajeros, carga y correspondencia entre Bruselas y Santiago, vía Atlántico Sur, con una frecuencia de dos vuelos semanales en cada sentido.

También se autorizan otras líneas y aumento de frecuencias, pero la verdad es que mi interés se centra en la compañía aérea belga. Todo esto, para variar, por razones muy personales.

A mediados del año 1971 mi padre, Jaime Suárez, a la sazón ministro Secretario General de Gobierno, fue invitado a Bruselas con motivo de la inauguración de los vuelos aéreos de SABENA a nuestro país. En su vida muchas veces regresaría a Bruselas en el ir y venir del exilio. Nunca me iba a imaginé entonces que yo también iría muchas veces a la capital belga. El más entretenido de esos viajes fue cuando en Moscú nos subimos a un tren con destino a París con mi hermano, Bernardo. En el trayecto, para estirar las piernas, no bajamos en Bruselas un par de días y bueno luego seguimos a París. (Un día que esté con ánimo les cuento los chascarros de ese memorable viaje).

Y todo lo anterior ¿a título de qué? Complejamente simple, al encontrar esta foto al lado del avión de Sabena, mis dedos acarician mi notebook y van de a poco apareciendo mis recuerdos sobre ese viaje. A mi hermano y a mí nos encargaron que nos portásemos bien. Más de eso no recuerdo. La foto me estremece una y otra vez: habla por sí sola.

Empezaré de derecha a izquierda: José Tohá y Moy de Tohá; Irma de Almeyda y Clodomiro Almeyda, a su lado, diminuta, mi madre y sólo el perfil de mi padre. Mis ojos se detienen en el Comandante Arturo Araya Peeters, el cual discretamente se ubica detrás de Don Cloro y la Señora Irma.

El Comandante Araya era el edecán naval del Presidente Allende. Sus ojos de mar transmitían serenidad, futuro. Desde mi pequeñez su uniforme me impresionaba. Estrictamente profesional, cumplía su rol con esmero. El 26 de Julio de 1973 acompañó al Presidente a la recepción en la Embajada de Cuba con motivo del aniversario del asalto al Moncada. En la madrugada se retiró a su hogar con la satisfacción del deber cumplido. Al despedirse, él y el Presidente seguramente intercambiaron algunas frases sobre lo que tenían por delante en la siguiente jornada... Mañana sería otro día.

Un atentado, producto de un complot muy bien organizado, segaría la vida de un hombre brillante y talentoso, de un profesional de excelencia. Sus hijos, nietos y todos sus familiares solo pueden enorgullecerse de él.

Nuestro padre hacía grandes recuerdos del Comandante Araya y casi siempre concluía:“Les hablo de esto porque recuerdo que cuando asesinaron al Capitán Araya, Allende, solos ambos en su despacho, lloró y tuvo un comentario para mi inolvidable: ‘el enemigo sabe que nuestro punto más débil son nuestros afectos más profundos’”

A 35 años de su asesinato, por unanimidad, la sala VIII de la Corte de Apelaciones determinó que se proceda a la reapertura de la investigación.

Al otro lado del mundo ha sido detenido Radovan Karadzic, el Carnicero de Sarajevo. Con ansias esperamos que a este lado se haga justicia y se castigue a los verdaderos asesinos del Capitán Araya.

Honor y Gloria Eterna

viernes, 18 de julio de 2008

De jarrazos, jarrones, música y otras yerbas

¡En toda la vida republicana de nuestro país, nunca nos habíamos encontrado con un hecho de esta naturaleza! Es uno de los tantos comentarios que he escuchado en estos días, cuando los medio de comunicación nos muestran una y otra vez a María Música arrojando una jarra de agua sobre la Ministra de Educación.

Llovió sobre mojado en la Jornada de Clausura de los Diálogos Participativos por la Educación Pública. Las precipitaciones eran previsibles. La atmósfera estaba enrarecida desde el comienzo: profesores sentados en las mesas con pancartas contra la LGE (léase Ley General de Educación o La Gran estafa), mucho monólogo, poco diálogo. El agua cayó sobre la autoridad cuando procedía a retirarse. Dicen que Música desafinó.

Hablando de jarras o jarrones, cómo no recordar la palabras que pronunció en su tiempo, cuando era presidente, Ricardo Lagos, sobre los 100 millones de dólares de extraviados en CORFO: “Si usted tiene un jarrón y entra un ladrón y se lo roba, cuando descubran el jarrón se lo van a devolver”

Otra vez se recurre, de una u otra forma, a estos útiles recipientes –¿qué tendrán?, me pregunto yo– para eludir los problemas de fondo. Pero ciñámonos en esta ocasión al jarrazo. En algún momento, al explicar su acción, María Música señaló: “Era como hablarle a la pared”. Aludía a la titular de Educación. Pareciera ser que por ahí van los tiros, pues la educación empieza por saber escuchar e intentar oir. Y en este ambito se requiere de una participación ciudadana real, con debate, dejando de lado los sermones enajenantes, que no hacen más que fortalecer la frustración, y no sólo de los estudiantes.

En cualquier caso, se trata de una situación sobremanera curiosa y que, quién sabe, puede resultar hasta aleccionadora: Música para oídos sordos.

viernes, 11 de julio de 2008

De apreturas de dientes, cachete y de otras yerbas.


El diagnóstico que ha dado nuestro vicepresidente y ministro del Interior de la situación económica que atraviesa el país no podía ser más claro: Chile está abierto al mundo y lo que pasa en él no puede no afectarlo. “El precio del petróleo sigue remontando, la crisis mundial no ceja, muchos países están con altísimos índices de inflación”, declaró Perez Yoma. Es imposible no estar de acuerdo con esta afirmación. Lo que a una lo deja estupefacta es la receta que ofrece para afrontar la crisis: “Hay que apretar los dientes y seguir adelante". Verdaderamente, hay ocasiones en que es mejor apretar los labios y no decir esta boca es mía, porque se corre el riego de terminar apretando cachete... Pero esa es ya otra historia.

Las palabras de Edmundo Perez Yoma me traen a la memoria las declaraciones que en 1982, en plena crisis económica, hizo el entonces Ministro del Interior de la dictadura, Sergio Onofre Jarpa, al responder a la pregunta sobre qué medidas iba a adoptar el Ejecutivo. “A los quiltros más flacos le pican la pulgas más fuerte”, contestó con su proverbial delicadeza.

Sería bueno que el vicepresidente precise a quiénes está dirigida la arenga, pues así se evitarían roturas innecesarias de molares e incisivos de los representantes de los sectores más pudientes, que sin mediar esa aclaración se lanzarán –qué duda cabe- a cumplir con entusiasmo el llamamiento.

Además no estaría de más que Perez Yoma ahonde un poco más en la presentación de su estrategia para afrontar la crisis económica, porque ya hay quienes ponen un signo de igualdad entre apretar los dientes y ajustarse el cinturón, expresiones que, si bien tienen distintos significados, tienden a confundirse.

Pero no sólo hay malas noticias. Esta semana, una fundación de lingüistas recomendó el uso de “obispa” como femenino de “obispo”. Todo esto, después de que la Iglesia Anglicana autorizara la ordenación de mujeres obispos. Perdón, obispas. Un gran avance en la lucha por la igualdad de ellos y ellas.

martes, 8 de julio de 2008

De oportunos, medio ambiente y otras yerbas.

Resulta sorprendente comprobar, una vez más, que el oportunismo en este país no tiene límites.

La semana recién pasada, el candidato presidencial de la alianza por Chile, haciendo uso de su verborrea e histrionismo, nos ha presentado su nuevo espectáculo con una escenografía de paneles solares al aire libre. En el Club Providencia, Pocuro, su Comisión para estudiar energías renovables y no convencionales propuso un tuttifruti de medidas propias del populismo liberal que caracteriza a las oligarquías latinoamericanas.

El título de la comedia (ya que está tan de moda este género): Yo, Chile y energías renovables no convencionales.
Productor: Sebastián Piñera Echenique
Director: Sebastián Piñera Echeñique
Actor principal: Sebastián Piñera Echenique
Guión: Chile con todos
Actor secundario: Antonio Horvath, Ricardo Rainieri
Extras: Manuel Baquedano, Sara Larraín, Adriana Hoffmann, y otros
Tramoyistas: José Ignacio Pinochet, Hedy Matthei, Luis Felipe Labbé
Arreglos musicales: Grupo Tantauco
Punto culminante de la obra: “Sebastián tiene posibilidades ciertas de ser Presidente de nuestro país…”, dijo Manuel Baquedano
Estreno: Club Providencia 5 de julio. Estará en cartelera hasta Octubre del 2008.

En que país estamos viviendo, a veces suelo pensar que pasé una mala noche y las noticias que leo corresponden al día de los inocentes. ¿Cómo es posible que reconocidos ambientalistas y ecologistas del mundo progresista puedan creer en las falacias que plantea uno de los mayores defensores del neoliberalismo en Chile? Seguramente, Piñera estará creando una multinacional de paneles solares, como parte de su consorcio de exitosos negocios, ya que -hay que reconocerlo- como emprendedor no se le va una.

¿En qué estarán pensando nuestros amigos? ¿Serán tan ilusos para imaginar que un gobierno de corte liberal en Chile con sus miradas miopes y cortoplacistas abrirá espacios de discusión y soluciones a temas tan trascendentales, como el desarrollo energético sustentable en nuestro país?

El Programa Ambiental de la Presidenta Michelle Bachelet se ha ido cumpliendo, sin embargo hay que reconocer que esperábamos más. Anhelábamos espacios amplios de participación ciudadana que produjera una inflexión en la política ambiental de nuestro país. Su cuota de responsabilidad tiene la autoridad ambiental al no hacer lo que se debe hacer. Puedo no estar de acuerdo en algunas cosas, pero no por eso me voy a ir del Partido Socialistas y de la Concertación.
Roma no se hizo en un día, pero tampoco podemos esperar más allá de la extinción de nuestras vidas, para que Chile tome la senda del Desarrollo Sostenible

martes, 1 de julio de 2008

De Allende, historias fragmentadas, legados familiares y otras yerbas.


De la Comandancia del Regimiento Rancagua Nº 4 de Arica pasó al mando del 4º de Líneas de Tacna. Entregó el cuartel del regimiento y la ciudad a las autoridades de Perú de acuerdo al tratado del año 1929. Ese era mi abuelo, el último Comandante de Infantería chileno en Tacna, Héctor Suárez. Las historias personales definitivamente no pueden ser producto de la casualidad. Las vidas a veces van en paralelo y llega un momento en que se entrelazan.

En el natalicio de Salvador Allende, Fidel Castro en sus palabras rememora: “Ingresa voluntario al servicio militar en el Regimiento Coraceros de Viña del Mar. Solicita traslado al Regimiento Lanceros de Tacna, un enclave chileno en el norte seco y semidesértico, posteriormente devuelto a Perú”. Y descubro – al menos para mí- algo absolutamente nuevo y sorprendente: Mi abuelo y Salvador Allende por los años 27 o 28 transitaron por los mismos caminos. Si se conocieron o no, eso ya es otro cuento.

Corría el verano del año 1952 y mi padre, Jaime Suárez, había viajado de Concepción a disfrutar de sus vacaciones universitarias en Osorno, y ahí registró una experiencia, que quizás entonces no valoró en su total dimensión. Conoció a Salvador Allende.

Entre sus tantos escritos, todos guardados y cuidados por mí, pensando que a lo mejor el destino me premie y pueda dedicarme a ordenarlos, sistematizarlos y publicarlos (bueno, ésa será otra historia), encuentro una nota de puño y letra de Jaime con sus recuerdos:

“Un pequeño grupo que avanzaba hacia el Hotel Burnier llamó particularmente mi atención. Santiago Rozas Angulo, dirigente socialista, Rigoberto Cossio dirigente radical, Enrique Zapata, dirigente comunista y otros acompañaban a políticos “afuerinos”. “Chachao” Rozas, al divisarme, me llamó con mucho afecto. Cruce la calle y fui a la puerta del Hotel. Santiago Rojas me presentó al Senador por Valdivia, Osorno, Llanquihue, Chiloé, Aysén y Magallanes, el Dr. Salvador Allende. Joven y desenvuelto, lentes sin marcos, elegante, me saludó como si yo hubiese sido importante…El era el candidato a Presidente de la República, por el Frente del Pueblo y se encontraba en la zona realizando su campaña. Posteriormente me preguntó si podía acompañarlos, esa misma tarde, al campo.”
“En la población de los trabajadores de Pilmaiquén se realizó la concentración. Sobre un cajón de azúcar vacío, con un simple megáfono, los oradores se dirigían a una reducida pero entusiasta concurrencia. Retuve, para el resto de mi vida, la imagen de la silueta de ese viejo líder comunista de verbo apasionado y vigoroso, Elías Lafferte.”

En el mes de abril de 1987, a su regreso a México DF de un viaje a La Habana, Jaime nos escribe una carta a Bernardo y a mí. Es enfático en aclarar que se encuentra bien de salud, para que no vayamos a caer –con ese particular sentido necrológico que nos caracteriza a los chilenos- en la sospecha de que sus opiniones son testamentarias. En ese texto señala categórico:

“Les he dicho y lo repito: mi mayor orgullo está en haber sido colaborador de Allende. Cualquiera de esos pobres diablos que sean retractores no pueden borrar las tres líneas de la historia de Chile”

Continúo revisando papeles, cartas, escritos, recortes de diarios en un afán de reconstruir nuestra historia familiar, fragmentada, con muy pocas fotos de la infancia y de pronto encuentro una foto mia. Fue captata en el Parque Matías Cousiño (actualmente Parque O”Higgins”). Año 1964, concentración del FRAP (Frente de Acción Popular), cierre de campaña de la candidatura del Dr. Salvador Allende. No falta la bandera de Viva Allende. Miro mi foto y me emociono. El ser regalona de mi padre en mi vida fue de dulce y agraz, pero puesto en una balanza siempre será más de dulce. Imposible no recordar las idas a Guardia Vieja, los encuentros en San Martín, en el Senado. Recordar la eterna broma diciendo mi lápida será: Aquí yace el futuro presidente de Chile. Luego vendría el Gobierno en la Intendencia de Valparaíso y al año siguiente en la Intendencia de Concepción.

El 26 de junio en la Plaza de la Constitución, todo estaba preparado para el acto de su centenario: un gran escenario, sillas dispuestas para los invitados especiales y también vallas de seguridad para contener al pueblo allendista. Veo rostros emocionados y tomo fotos; saludo a compañeros, converso con una señora con la que estamos apoyadas en la reja. Me encuentro con uno de los nietos de Carlos Prats y comentamos el acto. Hablando con mí hermano, Bernardo, le cuento mis impresiones sobre la selectividad del homenaje con un dejo de amargura y él desde Moscú me dice: ¿y qué esperabas?


Imaginé a Allende, 56 años atrás, sobre un cajón de azúcar vacío, megáfono en mano, hablando de la sociedad mejor que quería construir.

miércoles, 25 de junio de 2008

De reacciones, desalojos y otras yerbas.


“Así quedé después de ir a París… No es llegar ni entrar ni mucho menos, cuidado con tener ganas de ir al baño... Y nadie me lo contó, sino que me tocó vivirlo”, con esta leyenda envié esta foto por las redes partidarias el 10 de enero de 2005.

En esa oportunidad advertía a los compañer@s lo difícil que resultaba ingresar a la sede partidaria. Los procedimientos eran muy engorrosos, por lo que habitualmente uno se encontraba con los compañeros fuera de la sede. Al entrar en el local, un interrogatorio: ¿Adónde va? ¿Con quién va hablar? ¿Para qué? Y luego procedían preguntar por citófono si uno podía entrar. Monté en cólera y señalé que era la casa de miles de nosotros y que no se me negaría el ingreso.

En interior, en el segundo piso, conversando con el jefe de Gabinete del Partido le expresé mi malestar y sorpresa por estas medidas, toda vez que estamos hablando de nuestro partido, de nuestra casa y no de un recinto o empresa privada.

Para colmo de males, al ir al baño me encontré con un tremendo candado: la administración había determinado que los baños era para uso exclusivo de los funcionarios.

Mis reflexiones en ese momento fueron: “¿Qué pasa con la gente, con los simples ciudadanos que quieren conocer el local del Partido de Allende, con el militante del norte o sur del país que anda de paseo por Santiago y quieren visitar el local. Se despide una vieja militante que aún no logra salir de su asombro”.

Poco tiempo después, ya con nuevo Presidente y Secretario General del Partido, al día siguiente de asumir la dirección, se realizó una reunión con todos los funcionarios del partido y las instrucciones fueron: no queremos que ningún militante se queje de que no puede entrar en el local del Partido; no queremos los militantes en la calle, para eso tenemos sede. Paralelamente, en una audaz y rápida acción, Patricia Hoces eliminó todos los candados.

Lo que pareció una anécdota en ese momento demostró que había un problema político mayor, que fue lo que precipitó el cambio de la dirección del Partido.

Nunca pensé que volvería a utilizar esta foto, pero el desalojo de los jóvenes socialistas me obliga a volver a recurrir a ella. Si durante todo el día los jóvenes habían tenido una actitud pacífica, de reflexión, ¿qué hizo que de un minuto a otro la situación se hiciera incontrolable y tomaran tan drástica decisión? ¿Faltó Armonyl? Tenemos Dirección para rato, de modo de que no nos servirá de nada que dentro de unos años las próximas autoridades hagan el discurso de “no queremos nunca más un desalojo”.

Creo que el tema central son los pendientes; las lealtades mal entendidas; el confundir la consecuencia con obsecuencia y la política con decisiones a puertas cerradas; el uso de la pataleta pública para eludir las explicaciones serias. O ¿no será que de tanto acuerdo, de tanta foto con los brazos alzados (no precisamente cantando la Marsellesa) y de tanto leer el libro de Allamand, muestra dirigencia ha hecho suya la teoría del desalojo… interno?

miércoles, 18 de junio de 2008

De La Gran Estafa, tomas de locales y otras yerbas.


Londres con París es una esquina que está presente cotidianamente en mi vida. Al salir del estacionamiento lo hago hasta París y luego doblo hacia Londres, donde están ubicadas las oficinas de nuestra Corporación.

El otro día miraba con sana envidia como los jóvenes de la Juventud Radical se habían tomado la sede de su partido, defendiendo el derecho de una educación pública de calidad, en ellos debe haber estado el recuerdo de Don PedroAguirre Cerda. Decidí que al día siguiente sin falta llevaría la cámara fotográfica para atrapar esos momentos.

Así que ayer martes, salí resuelta del estacionamiento a sacar mis fotos, y mientras lo hacía pensaba: ¿Dónde están nuestros jóvenes socialistas? Los jóvenes radicales … “Q,E.P.D Educación Pública”…”Creemos que la educación pública es el motor del desarrollo intelectual del país y entregarla a la arbitrariedad de los interesas privados, no solo es traición al radicalismo, sino que a la nación misma. Porque el derecho a la educación no puede ser supeditado a la capacidad económica de las personas…”

El local central del Partido Socialista, en la calle París, había recibido bombas de pinturas y se leían en sus paredes frases tales com“PS, cumple con el pueblo”, “Allende lo hubiese querido”. “No a la LGE”

Al final del día, un importante grupo de parlamentarios de la Concertación solicitó que se le quitara la suma urgencia al proyecto de Ley General de la Educación, LGE, lo que como explicó el senador socialista Ricardo Núñez, permitiría una discusión que enriquecerá un proyecto trascendental para la educación del país. En el fondo, 38 parlamentarios de todos los partidos de la Concertación pidieron que no se votara el miércoles 18 la LGE. El Gobierno quitó finalmente la Suma Urgencia, pero le aplicó el mecanismo de discusión inmediata, que da al Parlamento un plazo de tres días para discutir y votar.

Es evidente que el sistema educacional en Chile está en crisis por lo cual es urgente derogar la LOCE, pero la LGE no resuelve la cuestión de fondo, por lo cual se requiere de un debate mayor sobre el rol del Estado en la educación pública.

El Consejo Asesor Presidencial para la Calidad de la Educación, convocado por la presidenta Michelle Bachelet J. en su informe final del 11 de diciembre de 2006, señalaba entre otras cosas que “la educación estatal cumple, mejor que otras formas de provisión educativa, las funciones de cohesión e integración social que esperamos del sistema escolar” y luego agregaba: “La mayoría de los más pobres se educan en el sistema público o municipalizado, por lo que el Estado debe discriminar positivamente a ese sector y a quienes educan a los más pobres para favorecer la igualdad de oportunidades.”

Sin embargo, el proyecto de Ley General de Educación deja pendiente temas “menores”: los temas de financiamiento y la crisis municipal, ni más ni menos, la competencia entre municipios y privados por los recursos del Estado. A esto hay que sumarle los problemas que presenta el sistema de administración municipal y su pobre gestión de la educación pública (avalado por los sistemas de medición de la calidad de la educación implementados por el Ministerio de Educación y por las diferencias de los resultados de postulación a la universidad de jóvenes provenientes de colegios particulares y municipales). Como si todo lo anterior fuera poco, la precariedad de las condiciones de trabajo de los profesores es por todos conocida.

La jornada de hoy se ha caracterizado por las movilizaciones de estudiantes secundarios, universitarios. Como siempre, los efectivos de Carabineros stuvieron ágiles a la hora de reprimir a los jóvenes. A Valparaíso llegaron más de 10.000 profesores a protestar frente al congreso.

Y me sigo preguntando dónde están los jóvenes socialistas defendiendo una educación pública de calidad, defendiendo más Estado, más calidad y menos mercado.

Leo las declaraciones del Presidente de la Juventud Socialista: “La opinión pública debe saber que la derecha política una vez más legisla a favor del interés privado por sobre el bien común y que defiende un modelo educativo impuesto por ellos mismos, con el único objetivo de obtener jugosas ganancias. Por eso, el Congreso debe abrir un gran debate ciudadano, con los estudiantes, profesores, trabajadores, apoderados, organizaciones políticas, en pos de una mejora en la calidad de la educación pública, para que los jóvenes podamos aspirar a hacer la tarea grande de construir un Chile grande. Por último, recordemos que la educación de antaño, les permitió a los dirigentes políticos actuales, ser estudiantes de una educación republicana y no clientes ni deudores de bancos y financieras, baluartes del modelo neoliberal”

Finalmente aparece un lienzo en el PS, respiro profundo y pienso aliviada: aún tenemos jóvenes que sueñan con un país mejor…



De tal palo tal astilla, Liceo Andrés Bello San Miguel

En una actividad pacífica los jóvenes del Liceo Andrés Bello (ex Liceo 6) de San Miguel, hasta el camarógrafo finalmente fue detenido http://youtube.com/watch?v=xzahZjPT5KM Ve el video y a nuestros hijos como se manifiestan por una Educación Pública Digna de Calidad

jueves, 5 de junio de 2008

De medio ambiente, nacimientos y otras yerbas…

Corría el año 85, en agosto nacía mi hija Marisol en Buenos Aires y en septiembre se producía el gran terremoto que azotó la ciudad de México. En diciembre de ese año partí a México a visitar a mis padres, pero sobre todo a presentarles a su nueva heredera, Con ellos el tiempo transcurrió como siempre: volando, entretenido, conversado, discutido y regaloneado.

Se acercaba el mes de febrero y yo debía regresar a Buenos Aires a un futuro muy incierto, con mis eternas ganas de retornar a Chile, con una hermosa niña en mis brazos y, por cierto, sin pega. Antes de viajar, un amigo de mi padre, Emilio Robles, me dijo que tenía un amigo que me podía dar una mano y me dio una carta para Héctor Sejenovich.

Nada más llegar a Buenos Aires me puse en contacto con el desconocido personaje, que finalmente me llevaría a trabajar con él a la Subsecretaría de Políticas Especiales (Ambientales) del Gobierno de Raúl Alfonsin.

Héctor Sejenovich no sólo me consiguió una pega, sino que me abrió un mundo que no termina de asombrarme, maravillarme y apasionarme: El Medio Ambiente. Alguna vez en Chile por los años 83 en el Centro Cultural Mapocho (será otra historia) había conocido a Omar Turres que me hablaba estas cosas, pero debo reconocer que yo sólo ponía cara de interés, ya que mis preocupaciones apuntaban a la organización de las protestas nacionales y el Movimiento Democrático Popular, MDP.

Del 86 a la fecha nunca más me separé del medio ambiente, ni desde la perspectiva personal, laboral o política. Ya en Chile en un pleno del Comité Central del Partido con Jaime Tohá planteábamos la necesidad de incorporarlo en la discusión.

No obstante los ecosistemas no reconocen fronteras ideológicas, es un tema netamente político que tiene qué ver con el país que queremos y, en el caso concreto de los socialistas, con un fuerte acento en la participación ciudadana.

Con Solari, Astorga, Pascal, Giesen, Parada, Letelier y tantos otros compañeros y compañeras hemos bregado durante años por que el PS tenga una política ambiental. Trabajamos en la elaboración de todos los programas ambientales de la concertación y creo no equivocarme si afirmo que es precisamente en el de la Presidenta Michelle Bachellet donde mejor se expresan nuestras ideas de institucionalidad, fiscalización y participación ciudadana.

En el diseño del programa ambiental se generó un alto grado de participación, se abrieron múltiples espacios de discusión. Ciudadanos, técnicos, profesionales, académicos de las más diversas disciplinas y sectores políticos concurrimos a darle forma. Uno de los aspectos más importantes era la creación de un Ministerio de Medio Ambiente y una Superintendencia, es decir, una nueva institucionalidad ambiental para Chile, acorde a los nuevos retos que afronta el país.

Hoy 5 de junio, Día Internacional del Medio Ambiente, nuestra Presidenta Michelle Bachellet, según informa la prensa, firma el mensaje para enviar el proyecto de ley al Parlamento. Nunca imaginamos que el proceso de elaboración del proyecto sería a puertas cerradas, sin la participación de todos los sectores.

Pues bien, ya tenemos un proyecto de ley con nueva institucionalidad. Ahora sería bueno que quienes lo elaboraron tengan el detalle de hacer público su contenido...

viernes, 30 de mayo de 2008

De movilizaciones estudiantiles, fútbol y otras yerbas.



En las elecciones parlamentarias de 1973 mi padre fue electo Senador por las provincias de Bío Bio, Malleco y Cautín (será otra historia). A mis 16 años no encontré nada mejor que quedarme en Temuco, estudiando en el Liceo de Niñas Gabriela Mistral y militando en la JS. Había estudiado siempre en las monjas y esa sería mi única experiencia en un establecimiento educacional público.
En esos años se había organizado el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación (SUTE) en el verano del 73 celebraron el I Congreso Nacional de Educación, donde se pronunciaron por unanimidad por reafirmar el rol del Estado en la Educación.
Más de alguien se acordará del proyecto de la ENU, Educación Nacional Unificada, que en el fondo era pensar la escuela como un ente democrático que integrara efectivamente a la comunidad a través de la participación múltiple y representativa, respetando las diferencias socio-culturales y económicas en los niveles regionales y locales, constituyéndose en comunidad de vida y trabajo.
La discusión del proyecto de la ENU llevó a tal punto la pelea en Temuco, que las movilizaciones estudiantiles después de clases a favor del proyecto eran a diario. Los opositores, entre ellos miembros del Comando Rolando Matus, nos esperaban a la salida de nuestros establecimientos y se armaban batallas campales. Pero el 22 de mayo del 73 despejamos las calles de Temuco y los bandos emprendieron la retirada mucho más temprano de lo habitual. Razón: Colo Colo e independiente jugaban el partido de ida de la Final de la Copa Libertadores de América. El 29 de mayo, en el de vuelta, ocurriría lo mismo. El 6 de junio, en el desempate, Independiente se adjudicó la Copa.
Han pasado 35 años de esos enfrentamientos callejeros. Mi fanatismo por el Colo Colo no ha disminuido. Los pingüinos hace dos años removieron el sistema con su lucha contra la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza, LOCE, y estos días los estudiantes nuevamente se movilizan. Ahora es contra el proyecto de Ley General de Educación, LGE. Quieren un verdadero cambio, algo tan simple como educación de calidad; que el Estado vele por mejorar la educación y poner fin al lucro. Como dicen ellos, no quieren más pomadas.
En la jornada de movilizaciones, más de 300 estudiantes detenidos, el único estudiante herido fue mi sobrino Gonzalo; a mi hijo le explotó en los pies una bomba lacrimógena. ¿Qué quieren? Educación pública de calidad. Curiosamente, el Colo Colo también jugaba una final…


The Wall

sábado, 24 de mayo de 2008

Del Gobierno popular, la Napo, y otras yerbas

El 4 de noviembre de 1970 había asumido Salvador Allende como Presidente de la República y a mi padre le cupo el alto honor de formar parte del primer Gabinete como Secretario General de Gobierno. Con sus 39 años era el ministro más joven.
Nuestra vida continuó como siempre en Avda. El Parrón en La Cisterna. Los fines de semana disfrutábamos la compañía de mi hermano, que estaba en la Escuela Militar y repartía su franco entre la casa y su polola Maritza. Mi madre seguía su rutina hogareña y, con profundo desgano, acompañaba a veces al “viejo” a las actividades oficiales. Prefería el calor de su estufa Caluret a las recepciones en las embajadas. Y yo, aunque no lo crean, estudiaba en las monjas.

Llegó el verano del 71 y, una acción inédita, el Presidente Allende decide trasladar la provisionalmente la sede del Gobierno a provincia. La Intendencia de Valparaíso se convirtió en la Moneda porteña. El palacio de Cerro Castillo se abrió los fines de semana para que los niños de sectores populares aprovecharan la piscina. En medio de todo el entusiasmo que generó estas medidas tomadas por el Presidente, nosotros también nos trasladamos a Valparaíso.

Mi padre tenía una gran amiga, escritora, inteligente, una mujer bella, comprometida con las causas populares. Su casa de Reñaca era escenario de gratas tertulias. Teresa Hamel, Teruca, con esa solidaridad que no la abandonaría nunca http://www.teresahamel.cl, le ofreció generosamente su casa, y bueno partimos para allá. El día que llegamos la verdad que con la vieja no salíamos de nuestro asombro: habíamos dejado nuestra casita de madera de Parrón para instalarnos dos meses en una hermosa casa de grandes ventanales con vista al mar. Desde allí se veía la burrita del Tospsi (algo así como la Kamasu de los 70).

En eso mi madre salió y se dirigió a un mirador para disfrutar de la imponente vista de nuestro mar. Tenía las manos tras la espalda y la vista perdida en el horizonte. Con mi padre nos miramos y observamos durante varios minutos su porte, su forma de pararse ante la vida con su humanidad de un metro cincuenta de estatura y cuarenta cinco kilogramos. “Es ver a Napoleón mirando en dirección a su querida Francia desde la isla de Elba”, comentó mi padre.

Así fue como la Lilia, la Lily, quedó como la Napo.

Quizás fue el traslado del Gobierno a Valparaíso, la hospitalidad de la Teruca, la expresión de mi madre, la salida ingeniosa de Jaime, ¿quién sabe? Pero de lo que estoy casi segura es de que igual hubiera llegado a ser la Napo (solo que la historia sería distinta) .

Para todos aquellos que la conocieron seguirá por siempre siendo la Napo. Su ejemplo, entereza y gran amor fue la herencia más preciada que nos dejó un día martes, el 25 de mayo hace hoy 15 años

PIENSA EN MI, LUZ CASAL

lunes, 19 de mayo de 2008

Del perfil, las historias, el mundo y otras yerbas



Nací en Osorno hace tantos años que ya ni me acuerdo. Si recuerdo perfectamente que mientras a mi madre la sometían a su segunda cesárea, mi padre no encontró nada mejor que presidir en la sala de espera del Hospital su habitual reunión del Comité Regional del Partido Socialista. Es decir, nací socialista, y no es chiste.
En 4 de septiembre del 64 cuando ya sabíamos que Salvador Allende no había ganado, con mirada profunda y tono categórico le dije a mi padre: no te preocupes cuando sea grande votaré por Allende. Nunca pude hacerlo, para el 70 no tenía la edad suficiente para hacerlo y finalmente la primera vez que lo hice fue en esas consultas que organizaba la dictadura (pero esa es otra historia)
Sin embargo, siempre que me encontraba con el Dr Allende en el local del partido en San Martín,- de la mano de mi padre- yo lo saludaba de igual forma: ¿cómo esta el futuro presidente de chile?
Nuestra vida apacible en Osorno –la verdad que ni tanto terremoto de por medio- se vio bruscamente interrumpida por la excomunión de mi padre y en realidad lo más importante no le daban pega en ninguna parte, así que emigramos a la capital.
El paradero 24 de la gran avenida en la cisterna nos acogió, luego sería el 21 y medio y finamente el 21, avenida el parrón todo esto en el transcurso de 10 años. Carlos Lazo siempre molestaba a mi viejo y le decía que con suerte en unos 30 años más llegaría por el 10 de gran avenida. Y lo que pareció siempre una broma de los camaradas de partido terminó siendo cierto. Luego de muchos años de exilio llegamos al 8 y medio de la Gran Avenida, esta vez ya no a la Cisterna sino San Miguel.
El golpe nos encontró en distintos lugares -a mis padres y hermano en Santiago y mí en Temuco (esa será otra historia)- y nos llevó por distintos rincones del mundo y en mi caso particular, de cada lugar fui incorporando costumbres, modismos, comidas, historia: en Lima, los valses, el ceviche y, sobre todo la otra historia de la Guerra del Pacífico, con la entrada a caballo de los militares chilenos en el Palacio Pizarro.
De camino a Moscú hicimos escala en Ámsterdam. Recuerdo que con mucho esfuerzo (la plata era un bien más que escaso) mi padre nos invitó a un tour por barco y nos mostró entre otras cosas, la casa de Ana Frank, la cual permanecería por siempre en nuestras retinas con nosotros.
Llegamos a Moscú en marzo de año 1974 invitados por el Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, el PCUS. Era una ciudad de grandes espacios, con avenidas que parecían pistas de aterrizaje. Nos instalaron en un departamento en uno de los siete edificios como tortas de novios que mandó construir Stalin y que simbolizaban en parte su poderío: imponentes, coronados con una estrella roja.
¿Por qué escribo todo esto? Alguien me dijo: amiga, te falta poner tu perfil en el blog. De modo que finalmente terminé escribiendo estas líneas como parte de una historia con muchas historias.